La mejora paulatina en la situación económica del país oxigenó a las pymes, pero la mayoría de ellas todavía debe dejar de pagar compromisos o recurrir al financiamiento extra para cubrir sus gastos operativos. Así surge de un relevamiento realizado por CAME entre el 11 de mayo y el 7 de junio sobre 1.020 pymes del país.
El informe destaca que durante la segunda mitad de 2020 y el primer semestre de 2021 la cantidad de pymes endeudadas se redujo, sin embargo continúan en niveles muy altos.
“Tenemos que modificar el sistema financiero para que nos sostenga, nos impulse y nos proteja. Hoy nos ahoga, al igual que el sistema impositivo, que oprime la actividad privada”, reclamó Gerardo Díaz Beltrán, titular de CAME.
Un estudio realizado por CAME determinó que las pequeñas y medianas empresas debieron endeudarse para sobrevivir: el 51% debe impuestos, un 34% servicios y el 37% tomó deuda extra solo para sostener la actividad. Conocé más https://t.co/Hyj6GOBnsm pic.twitter.com/NoMPDBuDoH
— CAME (@redcame) June 29, 2021
El 37% de las pymes consultadas contrajo endeudamiento extra este año para sostener la actividad. Si bien esa proporción es 18 puntos menor al segundo semestre de 2020 (55%), se suma que entre las empresas que tomaron deudas financieras el año pasado para cubrir su menor actividad, un 27% debió refinanciarlas y otro 15% está en mora.
A las deudas financieras se agregan las impositivas: el 51% de las pymes relevadas declaró tener pasivos fiscales. Aunque esa ratio bajó 6 puntos frente a 2020, el 27,5% de las empresas que este año dejó de pagar impuestos (tanto nacionales, como provinciales y municipales) postergó todos esos compromisos. El 72,5% restante sólo una parte.
El mapa de endeudamiento pyme se completa con 34% de empresas que adeudan servicios públicos (-6 puntos menos que en el segundo semestre de 2020), 15% que debe alquileres (en este caso aumentando 2 puntos frente a 2020) y 12% con dificultades para pagar salarios en tiempo y forma (- 5 puntos frente al segundo semestre de 2020).
Por las dificultades para recomponer su ecuación financiera, más allá de la recuperación que se observa en la actividad general, la voluntad de las empresas pymes de ponerse al día con los atrasos no está siendo posible para todas. En el caso impositivo, sólo el 22% de quienes tenían deudas el año pasado las puso en moratoria. Mientras que un 33% sólo puso algunas de ellas, y el resto, 45%, las dejó pendientes.
Los resultados muestran que, aunque con mejoras, la situación de las pymes continúa siendo muy delicada y presenta heterogeneidades según el sector de actividad y la región del país donde se desenvuelven.
Beltrán apuntó a la necesidad de realizar una fuerte inversión para bajar los costos de logística, una ley que impulse a las pymes exportadoras e insistió con una reforma laboral que ponga fin a los litigios que podrían acabar con las pymes.
“Nosotros queremos bajar los impuestos laborales, no los salarios, queremos poder pagar salarios fuertes, porque las pymes vivimos del consumo”, manifestó y agregó: “Hemos trabajado a pesar de la pandemia, sosteniendo a las pymes y al empleo nacional, somos los que sostenemos la economía cotidiana”.
Para finalizar, Díaz Beltrán pidió la apertura del diálogo “sin mezquindades entre todos los sectores”, para resolver los temas enfrenta el país.