La decisión fue tomada nuevamente por el directorio del Banco Central, casi de manera simultánea a la baja de 75 puntos básicos de la tasa de interés.
Si bien la reducción de la tasa de interés de referencia fue la noticia del día por el impacto que tendrá en la macro economía, la extensión de la prohibción para volver a operar del Finansur complica la gestión de los nuevos dueños del ex Grupo Indalo que pretenden vender la entidad para reducir la deuda que soporta el holding en especial con la AFIP.
La medida fue tomada por el directorio del Central debido a que los ejecutivos de la entidad financiera que tiene a Martín Redrado como administrador no lograron acercar nueva información que permita revertir la medida. De hecho, se trata de la tercera oportunidad en que la institución que preside Federico Sturzenegger suspende al banco que ahora forma parte del bautizado Grupo Ceibo, con lo cual ya acumula 90 días sin poder realizar transacciones financieras.
La suspensión inicial había sido establecida el 9 de noviembre pasado a través de la comunicación B 11617 y fue adoptada en el marco de las disposiciones del artículo 35 bis de la Ley de Entidades Financieras, «ya que hasta el momento dicho proceso no ha resultado satisfactorio». En aquella oportunidad, el BCRA explicó que la decisión se había adoptado «en la necesidad de defender los derechos de sus depositantes».
Fuentes del sector bancario aseguraron que el Finansur continuará sin operar por lo menos hasta el 10 de febrero y hasta admitieron que la suspensión podría llegar a extenderse hasta sumar 120 días, el plazo máximo permitido por la Ley de Entidades Financieras. De todos modos, como la suspensión se basa en que el Finansur sigue sin cumplir en los plazos en el plan de recapitalización que sus accionistas habían acordado con la entidad rectora, la suspensión no afecta su operatoria básica.
Es decir, podrá seguir ofreciendo a sus clientes las extracciones de saldos registrados en las cuentas para el pago de haberes del personal en relación de dependencia y de las prestaciones a cargo de la ANSES, hasta el importe de las acreditaciones que se efectúen por estos conceptos en dichas cuentas, las cobranzas de créditos y las compras con tarjetas de crédito que realicen sus clientes o los pagos a los comercios adheridos.
El ahora llamado Grupo Ceibo, heredero de los activos del holding creado por Cristóbal López, es propietario del 70% del capital del Finansur. Otro 23,54% del capital se mantuvo en manos de la familia Sánchez Córdoba, fundadora del banco y separada de su administración cuando desembarcó un equipo de exfuncionarios del BCRA capitaneados por Juan Basco y Raúl Planes y coordinados desde afuera por Martín Redrado, quien recibió vía su empresa MR un poder para su venta y transitorio gerenciamiento por 24 meses. En tanto, el ex Exxel Group Jorge Demaría posee el 5,9% restante.
El empresario kirchnerista, que ahora pasa sus días en una celda de la cárcel de Ezeiza, adquirió el banco en marzo de 2012 y se supone que el dinero para la operación provino de los fondos que no giró su empresa petrolera, Oil Combustibles, a la AFIP en concepto del impuesto a la transferencia de combustibles durante, por lo menos, seis años. Esa maniobra generó la causa por defraudación que llevó a López y a su socio Fabián De Sousa a prisión y el reclamo de la AFIP de una deuda que hoy llega a los $17.000 millones.