Fue la propia comisaria Ángela Cabrera, jefa de la seccional 56, la que llevó adelante la denuncia que, en el próximo mes de septiembre, se convertirá en otro proceso judicial contra Milagro Sala, en la provincia de Jujuy.
Mientras aguarda que se concrete la prisión domiciliaria, exigida por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y certificada por los jueces que llevan adelante los procesos contra la dirigente social, la Justicia jujeña le confirmó en la Cárcel de Alto Comedero el inicio del proceso.
El caso data de 2014 y, según la denuncia de la uniformada, la propia Sala le dijo, vía telefónica, que iba “a poner una bomba” en la comisaría y que los iba “a hacer volar a la mierda”.
El contexto era la detención de una mujer que defendían abogados de la agrupación Tùpac Amaru, acusada de haber robado ropa y luego venderla en una feria de San Salvador de Jujuy.
El enojo de la acusada se habría producido, según la investigación, ante la negativa policial de devolver las prendas.
Las audiencias se llevarán adelante entre el 6 y el 15 de septiembre próximo, en medio de un contexto internacional que reclama porque se sostiene su prisión preventiva durante casi veinte meses.