El último informe del Observatorio de Datos Estadísticos (ODE) de la Confederación General del Trabajo (CGT) sostiene que la inflación de noviembre alcanzó al 2,18 por ciento, por lo que el incremento de precios anualizado se ubica en torno al 25,92 por ciento. Es decir, dos puntos por encima del 24 por ciento que se pactó en las negociaciones paritarias de principios de año.
A partir de este análisis, la CGT informó además que el mes pasado las canastas básicas alimentaria y total se encarecieron un 1,71 por ciento; en consecuencia, «un adulto para no ser indigente necesita (en la actualidad) un ingreso por mes de 2.325,15 pesos (76,44 por día)», mientras que el mismo adulto para no ser pobre necesita un mínimo de 5.376,13 pesos, o 176,74 por día. Asimismo, el ODE agrega que una familia compuesta por dos mayores y dos menores necesita 7.254,26 pesos por mes para no ser indigente y 16.318,55 para no caer en la pobreza. Esto equivale a 238,49 y 536,50 pesos por día, respectivamente.
Para comprender las consecuencias que generan estos números, basta con recordar que durante 2017 la CGT acordó con el Gobierno de Mauricio Macri mantener las paritarias en torno al 22 o 24 por ciento, por lo que se hace evidente la pérdida de poder adquisitivo que tuvieron los empleados en relación de dependencia. Por ejemplo, La Unión Informática logró 25 por ciento de aumento, Dragado y Balizamiento 24,74, la Bancaria 24,3 y la UOM 23 por ciento.
En tanto, el gremio de Sanidad, que involucra a todos los trabajadores de centros asistenciales de la salud, hospitales, clínicas, sanatorios y geriátricos, firmó una suba de 22 por ciento en dos tramos. Los panaderos recibieron 12 por ciento de marzo a agosto, 8 en septiembre, más tres pagos de 1.500 pesos, pero que se pagarán recién durante el verano. Por su parte, la Uocra, los encargados de edificios del Suterh, los judiciales de la UEJN y los colectiveros de la UTA aceptaron 21 por ciento por un año.
Otros que perdieron contra la inflación son los estatales y municipales bonaerenses, ya que rubricaron paritarias por un 18 por ciento, a pagar en cuatro tramos y con una cláusula gatillo; mientras que UPCN a nivel nacional cerró por un 20 por ciento en tres cuotas, más un extra por presentismo. Por el mismo porcentaje acordaron los empleados de Comercio, los trabajadores de las estaciones de servicio, garajes y lavaderos, los petroleros y los empleados del rubro plástico. Mientras que los principales gremios portuarios pactaron con el Ministerio de Transporte un 18 por ciento en cuatro tramos.
Por lo pronto, los únicos que no perdieron poder adquisitivo son los aeronavegantes que acordaron con Latam un incremento del 44 por ciento; los empleados del seguro, con un 35; los aceiteros, que obtuvieron un 31,6; los docentes de Suteba, que acumularon un 27; y la Federación de la Carne, que llegó al límite de 26 por ciento, al igual que los profesores universitarios de la Conadu. Por su parte, los maestros correntinos y neuquinos también superaron la barrera del poder adquisitivo, con un 35 y un 31 por ciento, respectivamente. Los camioneros, por último, acordaron 25 por ciento en tres cuotas hasta marzo 2018, que por el efecto acumulativo alcanzará 26,3.