Los argentinos lideran el ranking de consumo de alcohol en América Latina. Así lo afirma un estudio elaborado por la Sedronar, en el que además se destaca que durante los últimos años el consumo creció de forma alarmante entre las mujeres y los adolescentes. De hecho, en lo que va del año esos segmentos registraron un alza del 13,5 y el 18,4 por ciento, respectivamente, comparados con igual período de 2010.
Según destacan los especialistas, las causas de este crecimiento radican, en principio, en el hecho de que las bebidas alcohólicas se han convertido en el primer paso hacia la búsqueda del descontrol, que suele ser promovido por el marketing, y del cual se tienen pruebas suficientes cada fin de semana. Visto así, el consumo excesivo se daría como una consecuencia de las modas vigentes.
El informe de la Sedronar señala a su vez que en todos los tramos etarios, tanto hombres como mujeres consumieron durante 2017 unas 12 veces más que en años anteriores. En consecuencia, el organismo destaca que el porcentaje de nuevos bebedores pasó de 9,7 por ciento en 2010 a 37,1 por ciento en 2017. Las bebidas de mayor consumo son la cerveza, el vino, y por último las bebidas fuertes o tragos.
«El alcohol está lejos, sin duda, de cualquier otra sustancia de abuso. En mi hospital estamos viendo cerca de 2000 casos de intoxicación por año. Entre el 50 y el 51 por ciento se deben a consumo excesivo de alcohol. Alarma la tendencia descendente en edad y creciente en cantidad, especialmente en la franja de entre 12 y 17 años», afirma Carlos Damín, jefe de Toxicología del Hospital Fernández, en referencia a los estragos que se ven en su consultorio cada semana.
Además, a modo de prevención, los especialistas de la salud advierten que las bebidas alcohólicas están asociadas con 60 enfermedades, entre las que se cuentan la diabetes, la hipertensión, las patologías cardiovasculares, el ACV hemorrágico, la obesidad, el llamado antiguamente síndrome fetal alcohólico, problemas óseos, cirrosis, hepatitis y depresión. Incluso, estudio recientes relacionan al consumo excesivo de estas bebidas con el cáncer de mama y otros tumores.
El alcohol «es el principal desencadenante de lesiones, accidentes, suicidio, homicidio, violencia intrafamiliar y conducta sexual no deseada”, explica Ricardo Pautassi, investigador del Conicet en el Instituto de Investigación Médica Mercedes y Martín Ferreyra, y docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba. En tanto, Hugo Cohen, integrante del Grupo de Expertos de la OPS, afirma al respecto que el consumo «medido como carga de enfermedad (morbilidad más mortalidad), es el principal problema de salud pública de la región».
Finalmente, estudios presentados con anterioridad por sectores dedicados a la salud pública indican que el 77 por ciento de los adolecentes argentinos ya consumió alcohol antes de llegar a los 18, mientras que el 60 por ciento lo hizo apenas pasados los 14. Incluso, un informe sobre «Epidemiología de la alcoholización juvenil en la Argentina», elaborado por Hugo Míguez, del Programa de Epidemiología Psiquiátrica del Conicet, indica que en el país la edad de comienzo en la bebida alcohólica ronda los 11 años, aunque el mayor consumo se registra entre los 18 y los 24.