En Córdoba hace varios meses que está instalado que no habrá unidad con
el PJ nacional, que no habrá acercamiento a Casa Rosada y que, en las Legislativas, el
schiarettismo va por la difícil misión de recuperar la banca en el Senado. Escaño que hoy ostenta Carlos Caserio, el hombre que se acercó hace dos años al Presidente Alberto Fernández y actualmente es referente del albertismo en Córdoba.
Lo que se conoce hasta ahora es que Oscar González, el presidente provisorio de la
Unicameral, será el jefe de campaña de Hacemos por Córdoba. Acompañado por otro
histórico: el ministro de Desarrollo Social, Carlos Massei. Schiarettista paladar negro y una mesa que se complementará con un comando en Capital coordinado por el diputado
nacional Paulo Cassinerio, hombre de línea directa de la diputada Alejandra Vigo,
candidata al Senado, en una boleta que se complementará con Natalia de la Sota
encabezando el tramo a Diputados.
Por lo tanto, con peso específico en la capital provincial, no es raro que la Ciudad tenga
mayor protagonismo del viguismo en su comando de campaña. Coordina Cassinerio, pero
se suman otros dirigentes cercanos a la Primera Dama provincial como los legisladores
Leonardo Limia, Nadia Fernández y Diego Hak. En un equipo para la ciudad que también
tendrá al viceintendente Daniel Passerini y los concejales delasotista Bernardo Knipscheer
(pareja de la legisladora De la Sota) y Sandra Trigo.
De todas las vertientes del peronismo que abrevian en El Panal, oficialistas de Municipio y
Provincia sostienen que están todas representadas, aunque algunos consideran que no hubo espacio para el sector que lidera el secretario de Gobierno municipal, Miguel Siciliano. Como así también, otro con nula representación en el equipo de campaña es el propio intendente Martín Llaryora.
Sin llaryorismo y con ninguna referencia de la fundación Pensando Córdoba en la largada,
la puesta en marcha de la campaña tiene schiarettismo, viguismo y delasotismo para delinear la hoja de ruta.
Danza de nombres
Con Vigo y De la Sota encabezando, los casilleros hacia abajo aún generan dudas y varios
consideran que para el 24 de julio hay tiempo para seguir dialogando.
Para acompañar a la esposa del gobernador en el tramo principal de la boleta suena un
schiarettista puro o el nombre del que hablan todos hace rato: el vicegobernador Manuel
Calvo. En tanto, hacia abajo en la lista de diputados los nombres son los mencionados hace
un tiempo, pero con algunos desórdenes para componer la boleta.
A ver, se sabe que se necesita equilibrio entre Capital e interior, sobre todo con dos cabezas de lista que serán de la ciudad de Córdoba. Hay departamentos clave como Punilla, Colón, Santa María o General San Martín, en la disputa con el FdT por los nombres que hay a ambos lados de la baraja.
Con Caserio encabezando el tramo al Senado por el Gobierno nacional, y el Socialismo
negociando un lugar en las boletas, nadie descarta que Esteban Avilés, el exintendente de
Carlos Paz y actual titular de la Agencia Córdoba Turismo, integre la lista. Más aún
después de la renovación de autoridades del Partido Socialista, socio minoritario de HxC
que reclama casilleros.
En Santa María, con Walter Saieg jugando para Nación, Facundo Torres o Carolina
Basualdo son fijas. En tanto, en Colón hay dudas y en San Justo, un departamento que no
debería representar inconvenientes para el oficialismo provincial, impulsará un dirigente de
peso: el intendente de San Francisco, Ignacio García Aresca.
Amigo personal de Llaryora, ‘el Colorado’ entrará entre los primeros lugares de la boleta y ya tiene en marcha la sucesión en el este provincial.
Por último, el departamento General San Martín es la otra batalla clave. Si desde Nación
convencen a Gill para que encabece la lista a Diputados –hoy una tarea que no parece
sencilla-, puede entrar a jugar alguna de las dos fichas del Panal en Villa María: el ministro Eduardo Accastello o la titular de Cultura, su exesposa, Nora Bedano.