Por Eduardo Bocco
Con el recambio ministerial, el presidente Alberto Fernández va detrás de una “misión imposible”: tratar de reposicionar su figura e intentar la aventura de volver a ser candidato presidencial en 2023.
En el peor momento de su imagen, ya que las opiniones negativas sobre su figura superan el 70%, Alberto Fernández cree que todo se puede y entonces avanza sin ponerse colorado.
Cuando el Frente de Todos se debate si el candidato será Sergio Massa, Cristina Fernández o una tercera figura del sector, Alberto clavó las espuelas y apareció con esta novedad, que provocó varios enojos, según cuentan algunas calificadas voces del Instituto Patria.
Recambio. Alberto eligió personalmente a las nuevos titulares del Ministerio de Trabajo, de Acción Social y de la Mujeres, Género y Diversidad.
Pese a que Acción Social es una cartera que maneja una de las cajas más importantes del Gobierno, porque tiene a su cargo la distribución de los planes, el entorno del presidente le asigna mucha importancia a Trabajo. Esto es así porque el actual y el próximo serán años sumamente conflictivos para el área ya que lloverán las discusiones paritarias.
Y allí el jefe del Estado promocionó a una dirigente histórica del peronismo porteño que hasta hoy se encontraba al frente del Bice (Banco de Inversión y Comercio Exterior): Kelly Olmos.
A la dirigente de 70 años, en el círculo presidencial la definen como “una dura”, con gran trayectoria en el peronismo de la ciudad de Buenos Aires. Fue noticia hace algunos años cuando en un acto del PJ no la dejaron hablar y subió al palco mientras hablaba Loly Domínguez y la desalojó a las trompadas. O sea, estamos hablando de una señora de carácter.
Las fuentes subrayan que la ministra designada tiene dos padrinos importantes:
- La pata sindical. Y aquí hay que mencionar a Gerardo Martínez (Uocra) y Andrés Rodríguez (UPCN), entre otros.
- El albertismo puro. El otro gran sponsor que tiene la hasta hoy titular del Bice es Juan Manuel Olmos, un hombre de extrema confianza del presidente, que se desempeñó como su jefe de asesores primero y actualmente como jefe de Gabinete. Debe aclararse que, aunque llevan el mismo apellido, no tienen parentesco alguno.
Billetera mata galán
Para Acción social, Fernández buscó otra dirigente de suma confianza: Victoria Tolosa Paz, diputada nacional y pareja de su íntimo amigo, el publicista y experto en comunicación, Pepe Albistur. “Alberto quiere que le cuiden bien las espaldas porque se trata de un ministerio muy sensible, que maneja muchísimo dinero, por lo que no se puede cometer ningún error”, razonó un compañero de ruta del mandatario en rueda de amigos.
Para el ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad eligió a una dirigente oriunda de San Luis que es la más desconocida de las tres que arribaron al gabinete albertista. Fue una sorpresa ya que sus socios políticos del Frente de Todos no esperaban una movida de esa magnitud.
Hay que ver que Alberto está en un pésimo momento de su gestión y que tanto Sergio Massa como Cristina Fernández pasaron prácticamente a ignorar sus movimientos. De todas maneras, sus amigos dicen que no está terminado y que quiere “y necesita” un período más de gobierno.
Habrá que ver qué le dice la gente, que hasta el momento se ha mostrado esquiva y sumamente crítica con su gestión. El relanzamiento de su gobierno y la intención de lograr un nuevo mandato parecen un chiste de dudoso gusto, sin dudas.