La economía argentina está rumbo a cumplir dos años de recesión. Es en ese escenario que aparece la pandemia del coronavirus, un shock internacional que paralizó las centrales industriales, financieras, de comercio y servicios en países enteros.
Cuánto impactará esta crisis inesperada en las economías locales y en la micro es algo que, por el momento, no se puede avizorar con exactitud. Así y todo, para analistas, economistas y empresarios la frágil economía argentina acusará el golpe, al menos durante el primer semestre. Algunas estimaciones y proyecciones ya comenzaron a dibujarse.
Y lo grave para Córdoba es que todas atraviesan la matriz productiva de la provincia, anclada en producción y exportación de commodities, en agroalimentos, en la industria metalmecánica y en los servicios. En ese contexto, cinco datos de la economía cordobesa para tener en cuenta:
1-Agro y ganadería. China es el principal destino de los commodities y agroalimentos argentinos, uno de los primeros afectados por la crisis. Se estima que la demanda externa de productos argentinos, donde hay fuerte participación de Córdoba, caería un 5%.
Sólo la reducción en las compras de soja, maíz, trigo y carnes implicaría para el país pérdidas en torno a los US$ 2.500 millones. Ese monto representa cinco veces los ingresos que tendría el Gobierno por la suba de retenciones del 30% al 33% de la soja. De confirmarse esas proyecciones nacionales, el impacto en Córdoba se acercaría a los US$ 800 millones.
2-Industria, sin espaldas. Los industriales cordobeses reconocen que hoy, además de mirar el tipo de cambio y las tasas, sumaron otro indicador: la curva de infectados afuera y en el país. “Si la curva empieza a subir, el panorama va a cambiar. Hoy, varias empresas que están día a día monitoreando sus stocks de insumos para los próximos meses porque los proveedores en Europa están con las fábricas cerradas. Por ahora trabajan”, dice un ejecutivo local.
Wagner Mansán, director de la planta de Santa Isabel de Renault, comentó que hoy trabajan a un turno, produciendo 226 autos por día y sin suspensiones. Por ahora, el impacto del coronavirus no se siente y se limitó a cortar viajes al exterior y dejar de recibir ejecutivos europeos.
3-No pueden cerrar. En la semana, la Unión Industrial de Córdoba tuvo audiencia con el ministro de Producción de la Nación, Matías Kulfas. Todo tema quedó tapado por el COVID-19. El diagnóstico fue que ni los comercios ni las industrias ni el agro pueden soportar estar cerrados y que si la situación de Italia o España se replicara acá el daño sería mayor por la delicada situación de las firmas.
“Ya tenemos protocolos que pensamos seguir. Lo que pasó en Buenos Aires con el supermercado Día, que tuvo que cerrar, es lo que no nos puede pasar. No tenemos capacidad, no tenemos espalda para estar cerrados. Después si esto se va masificando se complica para todo el mundo, pero en este momento debemos tener calma, pero ser activos”, dice Marcelo Uribarren, el uno de la entidad fabril. Hoy el promedio de la capacidad instalada está en el 57%, pero creen que la crisis del virus hará caer ese valor y se perderá el tímido repunte que se veía.
4-En la lona. En el fondo de la tabla como los más golpeados, aparecen el comercio y los servicios. El primero todavía se mide la temperatura. La Cámara de Supermercadistas de Córdoba salió a alejar fantasmas con un comunicado donde afirmó que no hay riesgos de desabastecimiento, luego del viernes en que algunas superficies comerciales, como el Tadicor, se vieron desbordadas.
Pero el sector turístico, la hotelería y la organización de eventos van a un panorama crítico por el aislamiento y el corte de actividades que activó la pandemia. “Si esto dura un mes va a poner en riesgo muchas instalaciones”, dice Roberto Amengual, presidente de la Asociación de Hoteles de Turismo y de la cadena de hoteles Amérian.
Hoy, los hoteleros miran sus sistemas de reservas y tiemblan. Creen que en las próximas semanas el techo de ocupación estará en torno al 15%.
5-Pérdidas por $ 2.000 millones. Junto al aerocomercial, el primero y el más afectado de los sectores, por ahora, es el de los eventos internacionales y nacionales. En ese nicho, Córdoba es desde hace seis años la principal plaza del interior. Ese mercado nuclea a cuatro actividades (congresos y convenciones, ferias y exposiciones, eventos deportivos internacionales y viajes de incentivos, que se enfoca en viajes corporativos), en 2018 facturó $ 4.000 millones y se estima una facturación de $ 6.000 para 2019.
Ante esta crisis, los ejecutivos creen que el primer semestre, junio incluido, está perdido. Y se esboza un daño que supera los $ 2.000 millones.