“Les pedimos a nuestros dirigentes la valentía, el coraje, la tenacidad y la fuerza que necesita el Estado -en todos sus estamentos- para transitar el camino de la eficiencia con la consigna ‘más con menos’ y aniquilar así, de una vez y para siempre, la fórmula facilista de incrementar la voracidad fiscal”. El párrafo forma parte de una carta abierta de la Cámara de Comercio de Córdoba con el objetivo de mostrar su descontento por una serie de factores que vienen padeciendo desde hace muchos años y que pega de lleno en la actividad, que se traduce en el cierre de comercios y la pérdida de puestos de trabajo.
El documento de la Cámara, uno de los más duros de los últimos tiempos, no hace más que poner blanco sobre negro sobre una situación que parece no encontrar piso pero tampoco soluciones por parte del Estado en todos sus estamentos, tal como dice el escrito.
Las medidas referidas a las cargas tributarias que adoptaría el gobierno nacional que asume el 10 de diciembre fue el detonante de la carta, pero José Viale, presidente de la entidad, va un poco más allá para explicar cómo vive el sector comercial la coyuntura.
“Nos preocupa mucho que los gobiernos vean en el aumento de la presión tributaria una salida a esta crisis. Nos da la sensación que ante la situación actual, cuyo origen está en el déficit fiscal, se trata de solucionarlo con más impuestos. Y nos preocupa mucho porque Argentina está al tope de la presión tributaria a nivel regional”, señala Viale. “El comercio está muy ajustado en su capacidad de maniobra”, agrega el presidente de la Cámara, desde donde le ponen números a la actualidad: la cantidad de empresas activas del sector privado en la ciudad de Córdoba ha sufrido un decrecimiento en los últimos seis años. “Las únicas que han incrementado su cantidad de comercios son las ramas de comercio por venta al por mayor y al por menor, como así también las de hotelería, restaurantes, servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler”.
Un sector clave
La situación se torna más compleja si se toma en cuenta que la provincia de Córdoba está ubicada dentro de las diez con más alta ponderación comercial dentro de la actividad económica: desde 2001 la participación de las empresas vinculadas al sector comercial sobre el total de firmas creció un 22,4% en comparación con otras provincias como Santa Fe, la cual registró un alza de 14,1% o Mendoza, con un incremento del 18,8%.
En tanto, el empleo dentro del sector mercantil es uno de los que representa mayor preponderancia, tanto es así que genera el 67% del PBI (junto al rubro servicios). “El porcentaje parece alto, pero eso es para Córdoba Capital y según datos de la Municipalidad de Córdoba, ya que en el interior el peso del sector no es tan importante”, señalan desde la Cámara, aclarando que el número más certero en cuanto a cantidad de empleados en Córdoba es el que brinda el Ministerio de Trabajo de la Nación: 204.000 empleados en 55.000 comercios.
La facturación, en caída
Más allá de la presión tributaria, los 22 meses consecutivos de caída en las ventas que registra la actividad comercial es la otra gran preocupación del sector, que se ve reflejada en la facturación de los comercios.
En ese sentido, desde la Cámara de Comercio destacan que la facturación promedio del rubro comercio disminuyó un 12,6% respecto al año anterior, registrando una caída acumulada de 12 meses consecutivos en ese ítem. En tanto, desde la Federación de Comercio de Córdoba (Fedecom) señalan que en los meses de caída consecutiva en las ventas minoristas se registraron bajas desde el 0,4% (en marzo del año pasado) hasta 14,2%, la más alta registrada en los últimos dos años (en agosto de este año).
Crecer desde los corredores
¿Cómo se supera la situación? Los directivos de la CCC advierten que los corredores comerciales son una de las claves del sector y que por allí puede empezar la recuperación. Primero, los números: en 2019, y según datos de la Municipalidad de Córdoba, se registraron 42.754 empresas del sector comercio. Los tres corredores con mayor cantidad de comercios son: Central (10.772), Empalme (5.365) y Centroamérica (4.683).
En ese sentido, el censo de actividad económica que elabora la Municipalidad determinó que el comercio es el principal rubro de todos los corredores comerciales de la ciudad de Córdoba, por encima de empresas registrados en rubros como servicios e industrias. Segundo, la revalorización: desde la CCC presentaron un proyecto para recuperar y potenciar estos espacios de la ciudad, con un doble objetivo: enfrentar la crisis y ganar competitividad.
“El objetivo es avanzar en la puesta en valor de corredores comerciales ya existentes, tratando de resolver sus problemas y consolidando la identidad que ya tienen”, expresó Viale al momento de la presentación del proyecto, destacando que se trata de un “modelo de intervención urbana para mejorar la competitividad del comercio”.
La prueba piloto será con el llamado “Distrito Automotor”, integrado por el bulevar Las Heras y las avenidas Castro Barros (desde el Puente Antártida hacia el norte), Emilio Caraffa (hasta Octavio Pinto) y Monseñor Pablo Cabrera (hasta Los Granaderos).
Está previsto que participen la Cámara de Comercio Automotor (CCA), la Cámara de Empresarios de Repuestos Automotor (Cerac), la Cámara Cordobesa del Neumático (CCN) y la Cámara de Corredores Inmobiliarios (Cacic).
Alivio por la Unicameral
Aunque la mayoría de los comerciantes aseguran que “los impuestos nos matan”, lo cierto es que no esquivan hablar de otros problemas “endémicos” que padece el centro de Córdoba y que se han visto profundizado en los últimos años.
“Más allá de algunas mejoras, lo concreto es que al centro le falta limpieza, mejoras en la infraestructura y lugares para estacionar”, señalan los comerciantes. Sin embargo, uno de los principales dolores de cabeza que deben enfrentar (casi a diario) son las marchas que se organizan por las principales arterias del micro centro o en la zona donde hasta la semana pasada funcionaba la Unicameral.
“Sin dudas que la decisión del gobierno de la Provincia de trasladar la Legislatura es muy acertada para nuestro sector porque era el epicentro de todas las manifestaciones. Y si bien en los últimos años el nivel de protestas había bajado en intensidad no hay que olvidarse de los destrozos que muchas veces se produjeron en la zona”, sostiene Viale, agregando que “entre 4 y 5 días por mes se pierde el día laboral por las protestas, lo cual en este contexto es una catástrofe”.
Las protestas habían llegado a un punto máximo a mitad de año, cuando desde la CCC se vieron obligados a emitir un comunicado donde se habló, en ese momento, de la posibilidad de la pérdida de puestos de trabajo: “la metodología y logística utilizada para conducir los diferentes reclamos, los que respetamos y consideramos legítimos, exponen al comercio a un escenario crítico a la hora de poder desarrollar la actividad normalmente, poniendo en riesgo las fuentes de trabajo en un año por demás complicado”.