El Gobierno de Mauricio Macri estudiaría por estas horas la posibilidad de quitar por decreto los impuestos internos a los automóviles 0km de gama media, para potenciar las ventas, según anunció en su edición de este jueves el diario La Nación. “La semana pasada, el Gobierno presentó la reforma tributaria. En ese proyecto especificó, entre otras cosas, que eliminaría el impuesto interno a los autos de gama media. En el sector creen que las ventas de autos 0 km, entre los que hay muchos nacionales, podrían paralizarse hasta que efectivamente se apruebe la reforma”, cuenta el diario.
Por eso, según el matutino, ahora la novedad es que en el Gobierno estaría analizando la posibilidad de que dicho impuesto desaparezca por decreto. “Esta opción existe porque su prórroga, en julio pasado, vence el 31 de diciembre. En esa fecha el ministro de Producción, Francisco Cabrera, tendrá que decidir qué hacer. No obstante, en el sector estiman que para no pinchar las buenas perspectivas de la industria -las ventas de este año serían las mejores en la historia luego de 2013- podría hacerse de inmediato y no esperar a fin de año”, dice el medio.
“Fuentes del Gobierno afirmaron a LA NACION que es una de las posibilidades que se analizan, aunque aún no hay nada confirmado”. En tanto, desde el Ministerio de Hacienda expresaron que no se puede descartar la opción, aunque sentenciaron que en la actualidad no sería una prioridad, a pesar de la gran cantidad de sectores que participan de la discusión por las subas de las alícuotas.
A noviembre de 2017, el impuesto interno a los autos grava con un 10 por ciento (la tasa efectiva es de 11,1 por ciento) a los autos cuyo costo es de 380.000 pesos o más, y con un 20 por ciento (25 por ciento efectiva) para los vehículos de más de 800.000 pesos. Vale recordar que este tributo no afecta a las exportaciones y se cobra en terreno comercial. Hoy lo pagan algunas versiones de los modelos SW4 (Toyota), Vito (Mercedes), HR-V (Honda), Focus III (Ford), Fluence (Renault), C4Lounge (Citröen), 308 (Peugeot) y el Cruze II (Chevrolet).
En consecuencia, desde el sector automotriz estiman que la quita de este impuesto podría traer algunas alzas de precios en estas versiones, ya que estaban «topeadas» para evitar el impuesto. A pesar de esto, en el sector creen también que la fuerte competencia, las importaciones y la propia reforma tributaria traerán bajas de los valores al público. «Es una medida que las empresas vienen proponiendo para que no se vean afectados los modelos de producción nacional. Queda pendiente conocer la base imponible de los vehículos que quedarán alcanzados por el impuesto», dijeron en el sector.
“Es que si bien la presentación de Nicolás Dujovne mostró que se elimina la carga para los autos de entre 380.000 y 800.000 pesos, no hay rastros sobre lo que pasará con los más caros. En la industria piden eximir a los autos nacionales, una diferencia que había impulsado el kirchnerismo en sus últimos años y que el Gobierno eliminó en 2016”, dice La Nación. «Lo ideal es sacar el decreto cuanto antes, porque el consumidor espera los cambios y eso puede generar una menor demanda hasta tanto se publique o salga la ley», advirtieron desde las terminales.
«Se generan expectativas con los anuncios y hasta que se hacen realidad, en el caso de los vinos o el champagne, te stockeás. Y si pensás que algo va a bajar de precio, no lo comprás», describieron ante el diario desde una automotriz internacional. Los autos alcanzados en la franja del 10 por ciento (muchos nacionales) es donde se genera el problema, advirtieron después. «Nadie te va a comprar un auto hasta que baje. No van a pagar un 11 por ciento de más», agregaron. Por lo pronto, las firmas consultadas por el matutino porteño están viendo ahora qué hacen con el stock que ya tienen. «Quizás algunos bajen el precio y asuman pérdidas, pero será una decisión de riesgo para cada firma», concluyeron.