El presidente español, Mariano Rajoy intervino hoy oficialmente Cataluña al designar a su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, al frente del gobierno regional hasta el 21 de diciembre cuando deberá celebrarse las elecciones anticipadas. Esa fecha también fue estipulada cuando se decretó la intervención.
Santamaría coordinará con otros ministerios que asumirán labores de los departamentos autonómicos, como las finanzas y la seguridad, y nombrará personas para que apliquen las órdenes de Madrid. Hoy tiene previsto reunirse con los secretarios de Estado que deben asumir las funciones de las autoridades catalanas cesadas.
Rajoy justificó sus medidas alegando que buscaba «evitar que los hasta ahora responsables de la Generalitat puedan seguir dando pasos en su escalada de desobediencia y de agresión a nuestra Constitución». Por su parte, el presidente catalán, Carles Puigdemont, se resiste a su destitución y convocó a su gabinete a una reunión para analizar los pasos a seguir tras la intervención del gobierno central en la región, a partir del artículo 155 de la Constitución. A las 16.30 (9.30 hora argentina) tiene previsto dar un discurso televisado.
Puigdemont y los 12 miembros de su gobierno ya no recibirán sueldo y podrían ser acusados de usurpar funciones ajenas si se niegan a acatar la destitución. La fiscalía española señala que los altos cargos del gobierno catalán podrían ser acusados de rebelión a partir del lunes
Uno de los problemas que podrá tener Rajoy es la insurrección de casi todos los funcionarios de segunda línea para abajo, y que son cerca de 200.000, que ya adelantaron tanto pública como de forma no oficial que no tienen pensado obedecer las directivas del Gobierno español, por lo que la vida burocrática también puede verse comprometida en los próximos días.