En plena campaña electoral, el Gobierno relanzó el proyecto hidroeléctrico emblema del kirchnerismo: las represas de Santa Cruz. La semana pasada, el ministro de Energía, Juan José Aranguren anunció desde el sur que están dadas las condiciones para retomar las obras principales.
Ahora, las empresas Electroingeniería y la china Gezhouba pusieron fecha y el 1° de noviembre comenzará la obra rodeada de denuncias ambientales que aún persisten en su reclamo.
Una semana después de celebrados los comicios, la obra que tiene un presupuesto de 4.730 millones de dólares y que fue una bandera energética (inconclusa) del gobierno de Cristina Kirchner, comenzará con las obras principales después de que el ministerio de Energía dio luz verde al proyecto al enviar una «orden de autorización de servicio de obra», a la empresa constructora.
La semana pasada, la justicia destrabó la construcción de las represas Kirchner/Cepernic sobre el Río Santa Cruz, que estaba frenada por un amparo solicitado por organizaciones ecologistas. La jueza en lo Contencioso Administrativo Federal Macarena Marra Giménez hizo lugar al pedido del Gobierno para que se levante la cautelar interpuesta por la Fundación Banco de Bosques para el Manejo Sustentable de los Recursos Naturales. Era la última medida que quedaba pendiente para que Energía dé inicio al millonario proyecto.
Pese a que la medida fue apelada, al igual que el levantamiento de la cautelar interpuesta por la Asociación de Abogados Ambientalistas, el Ministerio anunció desde Santa Cruz que se está en condiciones de iniciar con la obra. «Le dimos la orden de servicio a la UTE para iniciar las obras después de cumplir con el proceso ordenado por la Corte Suprema de Justicia», indicó Aranguren.
Además, explicó que si bien la jueza dio lugar a la apelación de las organizaciones ambientales, «al haber caído la medida cautelar estamos en condiciones de iniciar». El Gobierno considera que se convertirá en el proyecto de “mayor envergadura» de la gestión de Mauricio Macri, pese a que apenas asumió había dicho que no iba a habilitarla.
En este sentido se envío a Electroingeniería la “orden de autorización de obra”. De aquí en más, comienzan a correr los plazos para que la adjudicataria del proyecto hidroeléctrico, inicie con las obras principales. Por ello, el consorcio constituido por Electroingeniería y la china Gezhouba ya puso fecha para el arranque de las obras principales: el 1° de noviembre se comenzará y no se descarta un acto oficial para diciembre.
El proyecto promete emplear 5.000 trabajadores, fue modificado. Las represas pasarán de 1.740 a 1.290 megavatios. Y su costo es de casi un 20% menos que lo pactado por el gobierno anterior, que se estimaba en 6.000 millones. Además, se agregó un complemento de una línea de alta tensión de 500 kilovatios.