Por Ing. Flavia Franchi Lambertti, fundadora Franchi & Asoc.
Con el objetivo de crear conciencia sobre el cambio climático global y especialmente sobre la disminución de gases de efecto invernadero, cada 28 de enero se celebra el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2.
La huella de carbono la define el conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero producidas, directa o indirectamente, por personas, organizaciones, productos, eventos o regiones geográficas, en términos de CO2 equivalentes.
Actualmente la definición de la Huella de Carbono para las actividades productivas dejó de ser un objetivo a futuro sino una necesidad vigente en el marco de la sustentabilidad ambiental y económica, ya que la misma pone en valor las acciones productivas y expone a ojos críticos las oportunidades de mejora no solo en el desempeño ambiental sino como estrategia de negocio.
Calcular la huella de carbono de nuestras actividades es el principio de comprometernos con la sustentabilidad y la herramienta básica para plantear las prácticas ambientales adecuadas para reducir las emisiones que producimos tendiendo a una política global Carbono Cero.
Los mercados de carbono son espacios donde las empresas y las personas, pueden comprar o vender certificados que representan emisiones o reducciones de gases de efecto invernadero (GEI), en el que Argentina esta comenzado a participar, más por iniciativas empresariales que como política de estado.
Un crédito o bono de carbono es una unidad que representa una tonelada de CO2 equivalente absorbida o evitada en la atmósfera. Estos créditos son generados por diferentes tipos de proyectos sostenibles que absorben carbono o evitan su emisión a la atmósfera.
Córdoba por su parte ha avanzado con un programa voluntario que aglomeró a oferentes y compensadores en una prueba piloto, que valorizó las reducciones de emisiones de carbono y su utilización por parte de los compensadores, lo que sienta un precedente en la implementación de instrumentos a nivel sub nacional.
Ofrecemos medir la huella de carbono de organizaciones, según norma internacionales UNE-ISO 14064-1, UNE-ISO 14069: 2013 y GHG Protocol. De esta manera, cuantificamos las emisiones de gases de efecto invernadero emitidos de manera directa e indirecta a través de las actividades de la organización, identificando las principales fuentes de impacto y trazando objetivos de reducción y mitigación con el fin de desarrollar una sólida estrategia de negocio baja en carbono. Contar con esta información, resulta primordial para la toma de decisiones, mejorar los procesos internos y la imagen corporativa.
Identificar, diseñar, readecuar nuestras prácticas productivas en buenas prácticas ambientales condice a una mayor rentabilidad en el negocio.