El consultor Alberto Schuster, director de la unidad de competitividad de la consultora ABECEB visitó Córdoba para dar la charla “La competitividad en tiempos de cambios”, organizada por la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (CaCEC). En ese marco, PaP dialogó con él sobre temáticas de coyuntura.
-¿Hubo acciones por parte del gobierno para mejorar la competitividad?
-Se viene trabajando en la mejora de la competitividad en dos etapas: primero, con una política de gradualismo estabilizador, que implicó salirse del default, la liberación de la economía, la regularización de las tarifas de servicio público. Segundo, con un gradualismo más reformista, con medidas transversales para apoyar al sector empresarial Pyme, para que pueda competir con las empresas más grandes. Entre ellas, podemos mencionar la revisión de las cargas sobre el trabajo y la conversión de las normas laborales. Habrá más impuestos a las personas y menos a las empresas.
Otro punto importante es si las empresas están con capacidad de competir en un marco de endeudamiento y de déficit fiscal.
-Con ese marco, ¿qué evaluación hace sobre el desafío para ser más competitivos?
-Es necesario bajar a las limitaciones al comercio exterior. Si siempre vamos a estar en un escenario de balanza comercial negativa y de endeudamiento, no va a ser sostenible El desafío es aumentar la competitividad para que las empresas exporten más, se defiendan de las importaciones compitiendo en un ambiente con las normas internacionales del comercio.
-¿Cuáles son los temas que considera que urgen de cara a la reforma fiscal y laboral?
-Para mejorar la competitividad, los costos laborales unitarios. El costo total por hora de un trabajador es muy alto. Argentina con sus salarios y costo laboral debería producir mucho más de lo que se produce y eso es lo que el gobierno está tratando de hacer, reformando esto, para producir más de lo que se produce actualmente.
– Ante ese escenario, ¿cuál puede ser la respuesta de los gremios?
-Una, seguir como están y otra, generar negociaciones positivas que les permitan a los gremios poder tener más gente trabajando. Eso implicará tratar de colaborar con el progreso del país.
-¿Qué evaluación hace sobre el tipo de cambio ideal?
-El escenario conveniente es uno inaplicable: que sea un tipo de cambio relativo, mejor que el que tenemos hoy, pero no se puede. El problema es que el tipo de cambio está influenciado por el financiamiento del déficit y el dinero que entra del exterior aprovechando la alta tasa de interés. Si entran muchos dólares porque hay una tasa financiera muy buena y no salen, el problema es que el dólar tiene mucha oferta. Al tener mucha oferta el tipo de cambio se plancha, se baja. La solución para mejorar la competitividad no viene por el tipo de cambio, viene por mejorar la productividad.
-Ante la apertura internacional, ¿cómo proyecta al ámbito exportador?
-Los sectores exportadores son diversos, no son iguales ni los mismos, cada uno es diferente. Los sectores que compiten son los que más valor agregado tienen que sumar a su producto. Ésta es una sociedad dinámica que se da cuenta que la forma del país cerrado no nos funcionó. Argentina tiene respecto del comercio internacional total por capita el 22% del producto bruto y la mayoría de países excepto Brasil tienen el doble.
– A partir de su visita a Córdoba, ¿qué diagnóstico hace del ámbito empresarial cordobés?
-Hay que mejorar las empresas cordobesas, que deberán aprovechar el escenario de competencia que se viene. Hace casi 20 años que el país no compite. La gimnasia de competir es una gimnasia nueva.