El ministro de Economía, Martín Guzmán y sus colaboradores avanzaron en delinear cómo será la implementación del impuesto a «la renta inesperada».
Guzmán apunta a que el Estado se apropie de las ganancias extraordinarias que obtuvieron determinados sectores como consecuencia de la brusca suba en los precios internacionales de las materias primas a raíz de la guerra en Ucrania.
Según dijo en dialogo con C5N, estas ganancias no fueron el resultado de mayores inversiones, sino de una inusual suba en los valores de las commodities por el conflicto bélico. Entre los productos que más subieron su valor se encuentran los cereales y oleaginosos, gas, petróleo y minerales.
El Gobierno nacional busca que estos excedentes se destinen en parte a atender la situación de sectores vulnerables de la sociedad que han ido perdiendo poder adquisitivo. Particularmente, se apunta a otorgar una nueva ayuda económica para los sectores más postergados, similar al IFE.
Al respecto, el gabinete económico decidió que no se creará un nuevo tributo, sino que se proyecta un aumento en la alícuota más alta del impuesto a las Ganancias para montos a determinar, en los que se verifique un crecimiento exponencial en las utilidades.
La idea es aumentar en 15 puntos porcentuales la alícuota superior de 35% de este tributo.