“¿Cuál es el diagnóstico de la crisis económica que guiará el accionar de Massa?”, es lo que se planteó Domingo Cavallo en un informe en donde analizó la designación del actual presidente de la Cámara de Diputados como titular del Palacio de Hacienda absorbiendo las carteras de Desarrollo Productivo y Agricultura.
Cavallo puso el foco en la visión de la economía que plantea la vicepresidenta para contextualizar la actual situación crítica que atraviesa el país: “Ella cree que el déficit fiscal y el nivel del gasto público no son un problema y que la emisión monetaria no es causa de inflación. Ve al endeudamiento público como el resultado de maniobras especulativas y no lo relaciona con el déficit fiscal. También cree que el crecimiento se logra por aumento de la demanda interna de bienes de consumo y que el aliento a las exportaciones, lejos de ayudar al crecimiento, lo frena”, sintetizó.
Agregó que Cristina Kirchner “adhiere sin reparos a la estrategia de crecimiento por sustitución de importaciones” y que “cree que el Estado tiene que intervenir en las empresas, estatizándolas o regulándolas caso por caso, porque cree que de esa forma se podrá asegurar que contribuyan al crecimiento y a una buena distribución de los ingresos”.
El economista remarcó que las críticas de CFK a las decisiones de Alberto Fernández se fundamentan en que “para ella las palabras ‘ajuste fiscal’ y ‘libertad de mercado’ son conceptos ‘neoliberales’ de los que hay que escapar”.
En ese marco, dijo que “no es fácil descubrir cuál es el diagnóstico sobre la crisis económica que tiene en su cabeza” Sergio Massa. «Si como ocurrió con el Presidente, se desvive por acomodar su pensamiento y su acción al diagnóstico de la Vicepresidenta, el fracaso de su gestión será tan evidente como lo es hoy el del Presidente. Y, en ese caso, será difícil evitar una explosión inflacionaria rayana en la hiperinflación», vaticinó.
En vistas al futuro expresó que si el Superministro “comienza reconociendo que será necesario hacer un ajuste fiscal por reducción del gasto público, incluso mayor al comprometido en la negociación con el FMI y conduce la política monetaria enderezada a cerrar la brecha cambiaria y acumular reservas, es posible que logre acotar la inflación en lo que resta del mandato presidencial al 6% mensual o 100% anual sin que haya una caída violenta del nivel de actividad económica”. Luego opinó que este es “el mejor resultado que podría conseguir” el nuevo ministro de Economía.
Según el diagnóstico del economista, para lograr “revertir” la tendencia inflacionaria, Massa “tendrá que conseguir una reducción significativa del monto de los subsidios económicos, lo que supone implementar un ajuste de tarifas eléctricas y del gas, muy superior a aquel que pretendía conseguir Martín Guzmán y que le impidió el Kirchnerismo desde la Secretaría de Energía”.
Cavallo también explicó: “Además, deberá conseguir que todos los restantes rubros de gastos, incluidos salarios, jubilaciones, prestaciones sociales, gastos de capital y trasferencias a provincias, no aumenten más del 5,5% mensual de tal forma que la inflación del 6% mensual los reduzca en términos reales a razón del 0,5% mensual”.
Por otro lado, manifestó que Massa deberá “revertir la expectativa” de que el Gobierno se verá obligado a producir un salto devaluatorio a partir de “las restricciones a las importaciones y los ataques al sector agropecuario” que “fueron vistos por los mercados como absurdos cursos de acción para resolver el problema de la pérdida de reservas”.
El ex ministro de economía opinó que el grupo de empresarios que brinda su apoyo al nuevo “superministro” le acercó la idea de “vender las acciones de empresas privadas que integran el Fondo de Garantía de Sustentabilidad”. “Es probable que si el FGS decidiera ofrecer esas acciones a los accionistas que tienen el control de esas empresas, podría obtener ingresos más cercanos al doble de la valuación de mercado actual que a los 5.688 millones que, según el mercado, valen actualmente. Esto es probable porque quienes tienen el control accionario de las empresas conseguirán de esta forma sacarse de encima al Estado como accionista, algo que a partir de la estatización de los fondos de jubilaciones y pensiones fue visto más como un mecanismo de control de un estado intervencionista que como una contribución al financiamiento de las empresas” advirtió.
En ese sentido, señaló: “Para poder llevar a cabo esta operación, Massa debería conseguir una ley que lo autorice” y aseguró que “si bien a la oposición le convendría conservar la posibilidad de esta venta para que sea una de los ingredientes iniciales de un plan de estabilización a implementar por el próximo gobierno, por razones ideológicas a sus legisladores le resultará difícil oponerse dado que el gobierno de Macri intentó hacerlo precisamente en 2017″.
“A Massa le resultará más difícil conseguir el apoyo de sus socios en el gobierno, especialmente de los seguidores de la Vicepresidenta, que habían hecho de esta participación en el capital de las grandes empresas privadas un símbolo del intervencionismo estatal que constituye un ingrediente clave de la ideología anti neoliberal que predicaron desde que accedieron al poder” explicó Cavallo. También enfatizó: “El apoyo de la Vicepresidenta será clave para evitar el fracaso de Massa”.
Para cerrar el posteo, el economista se preguntó: “¿Será capaz Cristina Kirchner de resignar su postura contra el ajuste fiscal, la restricción monetaria y el afán intervencionista sobre empresas y mercados con el que llenó de palos en la rueda a los intentos de Alberto Fernández y sus colaboradores, de introducir cierta racionalidad en el diseño de la política económica?”. Cavallo presume que Massa discutió esta cuestión con la vicepresidenta porque “Si no es así, es muy difícil que pueda evitar un muy peligroso fracaso”.