*Por Martín Orozco, visual storyteller. Séptimo año creando su Proyecto 365.
Crear una marca propia demanda mucho tiempo y dedicación. En este camino no hay atajos, pero todo proyecto personal que se haga con pasión, constancia y perseverancia, inevitablemente va a generar interés y será comerciable.
Por eso, a la hora de emprender y lanzar una marca propia existen ciertos aspectos que tenés que tener en cuenta para acercarte o lograr el éxito. Primero, tener bien en claro el objetivo de la marca. Para esto, tenés que preguntarte: ¿Qué es lo que harías si el dinero no fuese importante? ¿Harías eso si no hay plata a cambio?
Una vez definido el objetivo -algo que no es fácil de hacer- debés saber que estudiando, aprendiendo y practicando podés convertirte en una eminencia en lo tuyo. Así, tu marca se potenciará y podrás darla a conocer en las diversas redes sociales de una manera profesional, brindando información sin intentar recibir nada a cambio. Actualmente, las redes son la plataforma de difusión por excelencia e interactuar en ellas es un factor determinante que te permitirá crear una pequeña comunidad. Pero, no solo se trata de postear sino de socializar con seguidores que estén buscando información vinculada a tu emprendimiento y hacerlo de manera didáctica y atractiva, ya sea con fotos, videos o textos.
Generar una comunidad en tu área te abrirá el camino a poder comercializar tu proyecto y llamará la atención de empresas que quieran patrocinarlo. Lo fundamental es cuidar la comunidad, demostrando tu interés y la propia expertise. Tener en claro el porqué de tu proyecto y demostrarlo atrae más miembros a la comunidad.
Por otro lado, no tenés que olvidarte del placer, el factor de éxito más importante. Como ya dije, llevar adelante un proyecto demanda mucho tiempo; por eso la inversión tiene que ser en algo que te guste y te apasione. Realmente, hay que perderse en lo que hacés porque eso hará que cada vez investigues más.
¿Es hora de cambiar la marca?
En una marca es importante realizar cambios en su historia cuando la gente no la reconoce, cuando no se crea un sentido de pertenencia, no se crea una comunidad o cuando no explica lo que hace. Estos son los momentos en los que tenés que repensar cómo comunicar y cómo relacionarte con seguidores o con el público/clientes.
Si tu marca no genera empatía o no se explica por sí misma hay que implementar modificaciones, analizando si la marca representa lo que intentás contar.
Asimismo, cuando un proyecto evoluciona, tiene personalidad y tiene comunidad, puede enfrentar cambios para readaptarse a los cambios externos, pero éstos deben respetar la esencia e identidad de la marca. Por ejemplo, si tu empresa está basada en redes y las plataformas van cambiando, sí o sí hay que reconvertir la forma de comunicar para mantener la marca fresca y no aburrir al público. En este sentido, debés encontrar nuevas formas de comunicar y dedicarle tiempo a la creatividad en pos de mantener la individualidad y originalidad.
Finalmente, hacé que tu lema central sea trabajar contento, porque al hacerlo así trabajás motivado, inspirado y los resultados son infinitamente superiores. De esta manera, llegarás a tu mejor versión y, por consiguiente, a la mejor versión de tu marca.