Por Eduardo Bocco.
Finalmente, el peronismo hizo su convocatoria y el gobernador Juan Schiaretti presentó al actual intendente de Córdoba, Martín Llaryora, como candidato a sucederlo, en un acto en el que la cantidad de asistentes duplicó a la prevista.
Al encuentro fue todo el peronismo y cada dirigente presente –fueron mayoría- puso su mejor cara para disimular algunas dificultades internas, que se hacen cada vez más evidentes con el correr de los días. Por un lado, no es de los mejor el clima entre llaryoristas y schiarettistas, sobre todo en las segundas y terceras líneas. “Los que tienen que estar en la trinchera no se llevan bien, eso es una verdad”, reconocieron los voceros.
Esto no es nuevo, pero no se advierten mejoras en el día a día. Fuentes de ambos sectores coinciden en afirmar que “existen criterios muy diferentes para avanzar en el diagrama de trabajo para la campaña electoral”.
Juan Manuel Llamosas, el intendente de Río Cuarto, dijo presente y volvió a decir que quiere ser candidato a vicegobernador, que esa esa su aspiración para 2023, mientras que la diputada nacional Natalia de la Sota también estuvo y continúa presionando con un argumento: las encuestas le dan un alto conocimiento y una respetable imagen positiva, especialmente en el departamento Capital, donde se concentra el 38% de los votantes.
A ninguno de los dos aspirantes internos les cayó bien el tema sobre el que están trabajando en el Centro Cívico y en el Palacio 6 de Julio y que fue anticipado por Perfil Córdoba el domingo pasado: el peronismo amaga con nombrar un vice radical o a una figura del PRO si el senador Luis Juez es el candidato a gobernador por Juntos por el Cambio.
Esto activó un inesperado debate interno, tanto en el oficialismo como en la oposición ya que la coalición gobernante, Hacemos por Córdoba, no presentó al compañero de fórmula de Llaryora. Y según especulaciones en el justicialismo, los arquitectos de la campaña se tomarán todo el tiempo necesario y esperan que la oposición mueva sus fichas y defina si Juez será o no candidato a gobernador.
Ruido en la oposición
Mientras tanto, Juntos por el Cambio vive días de tensión motivados por la falta de acuerdo sobre el reglamento de la elección interna que muchos sectores piden lo cual es resistido por todo el juecismo. En la última reunión del Comité Provincia todo el radicalismo coincidió en un solo punto: avanzar y presionar al juecismo para que firme el reglamento, cosa que en el Frente Cívico rechazan de plano (al menos como lo pretende la UCR).
El PRO tiene también una mirada propia pero mucho más propensa al diálogo antes que a la confrontación. En algunos de los últimos días, hubo fuertes insultos de hombres del juecismo a los delegados del partido de Mauricio Macri por la elaboración y firma del reglamento para la interna.
Este es un tema que no figura en la agenda ciudadana y que no despierta interés en ningún cordobés seguramente, pero puede entorpecer el funcionamiento de la alianza opositora, a punto tal de hacerla descarrilar. Por lo pronto, en este campamento se transita días de tensión y desconfianza.