La irrupción de la pandemia generó múltiples restricciones que derivaron en la reinvención en el consumo y despertó nuevas necesidades, expectativas y tendencias.
“Quedan muchos aprendizajes, pero también continuamos adaptándonos, mientras esperamos el momento de poder estar realmente en la pospandemia”, afirma Ximena Díaz Alarcón, co-fundadora & Directora de Contenidos de Youniversal, consultora regional especializada en investigación y tendencias.
En este sentido, Díaz Alarcón enumera y analiza las 7 tendencias comunes que identificaron en los consumidores de América Latina para el 2022.
1 – Reevaluación de prioridades y uso del tiempo
La vulnerabilidad frente al virus hizo que los consumidores se replantearan sus prioridades en la vida y en el medio de tantos cambios en la rutina y las actividades del día a día y reflexionaran sobre el uso de su tiempo. “El tiempo que tengo, que no sé cuánto va a ser, ¿Cómo lo uso con mi familia, mi trabajo, con mis proyectos?” En este nuevo enfoque, las marcas tienen que encontrar cuál es el valor agregado más profundo que ofrecen y en qué están colaborando con las nuevas prioridades de los consumidores para su vida, más allá del producto o servicio que ofrecen.
2 – Conectividad como derecho y a la vez, la necesidad de aprender a desconectarse
Una nueva vida más digital requiere de infraestructura tecnológica en los hogares y esta necesidad seguirá presente en la pospandemia: 5 de cada 10 consumidores sostiene que seguirá incrementando la tecnología y la conectividad en el hogar y 7 de cada 10, que el exceso de tecnología lo hizo revalorizar el contacto cara a cara. A futuro se espera mayor cobertura de servicio y mayor accesibilidad por precio.
3 – La salud como riqueza, la inmunidad como escudo
El surgimiento de muchos productos y servicios asociados a la dieta, a comer mejor, moverse, al no sedentarismo y al manejo del ánimo. La vida más tecnológica nos hace muchas veces más sedentarios y la demanda de productividad hace que cueste tomarse pausas. Esa preocupación por la salud y bienestar hoy incluye la búsqueda de fortaleza, de refuerzos y de inmunidad, seguirá estando en el tope de la lista de prioridades del
consumidor.
4 – El aporte social de las marcas es un nuevo básico
Al principio de la pandemia muchísimas marcas pusieron a disposición de los consumidores sus recursos y su logística. Por ejemplo, fábricas que se pusieron a producir alcohol en gel y empresas que usaron sus flotas para trasladar personal de salud. Las marcas ayudaron en muchos casos, en modo complementario al Estado, como una obligación moral, social y ya no comercial, sino de solidaridad humana y eso fue bien recibido por la gente y muy demandado. Ese rol de la marca desde su costado social seguirá siendo relevante para los consumidores, que esperan un compromiso en acción de parte de las marcas, no de discursos.
5 – Marcas con propósitos en acción y un pedido de sustentabilidad accesible
El consumidor busca comprender qué impacto tiene fabricar cosas y lanzarlo al mundo. Un mundo con problemas, ya no sólo sociales y de infraestructura, sino de sustentabilidad, de no saber si podemos continuar la vida en la Tierra. Particularmente el tema de género y el tema de sustentabilidad son dos enormes vectores que atraviesan todas las categorías. Es importante que las marcas puedan comunicar su punto de vista sobre estos temas. Los consumidores y más aún las nuevas generaciones así lo esperan y observarán la coherencia, consistencia y compromiso real de las marcas antes de consumir. Atención al precio de lo sustentable: se espera
accesibilidad (un precio alto, hoy puede ser barrera).
6 – Consumer Centric: escuchar la voz del consumidor y sus nuevas expectativas
9 de cada 10 personas sostiene que la pandemia cambió su vida y modificó sus hábitos y rutinas. El consumidor debe estar en el centro del negocio y las empresas deben repensar continuamente sus propuestas de valor y brindar un servicio de atención al cliente que responda a estos nuevos retos de una manera ágil. Conectarse con los consumidores, escucharlos, entenderlos a fondo, acompañarlos y ser empáticos será clave en los próximos tiempos. Las redes sociales, el feedback a través de encuestas y de servicios post venta, los espacios de co-creación, la escucha activa, son algunas de las herramientas para tener un diálogo permanente con los consumidores y así entenderlos mejor, especialmente en contextos cambiantes y de reacomodación de
hábitos y consumo.
7 – Un nuevo UX: flexibilidad para combinar y elegir según se necesite
Asegurar una experiencia de compra y consumo que pueda conjugar todas estas demandas. La gente probó nuevas rutinas, nuevos canales y nuevas experiencias. Hoy el consumidor quiere saber que puede volver “a la vida real”, experimentar y disfrutar cuando lo desee y también contar con la agilidad y practicidad del online cuando lo necesite. 7 de cada 10 sostiene que ya incorporó las compras online en su rutina.