(Télam).- La Unión Europea postergó, al menos hasta septiembre próximo, la posibilidad de implementar una rebaja en el arancel que tributa la importación de biodiésel producido en la Argentina, en base a lo que dispuso este lunes la Dirección General de Comercio europea.Esta decisión generará un nuevo daño a los productores argentinos que ya habían concretado ventas por más de 20 millones de dólares en adelanto a la inminente entrada en vigencia de la nueva alícuota.
Fuentes de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) confirmaron la postergación anunciada por la Unión Europea de revisar a la baja los derechos antidumping del 24,6% que se habían impuesto a la producción argentina en 2013, luego de que en octubre de 2016 la Organización Mundial de Comercio (OMC) objetara la validez de la medida comunitaria.
A raíz del fallo de la OMC, la Unión Europea debía revisar la medida pero hoy dispuso una nueva postergación, situación que dificultará a los productores argentinos la concreción de nuevas operaciones en lo que resta del año.
Desde que se conoció la irreversibilidad del fallo y la proximidad de la fecha de la reducción de aranceles, los importadores de la Unión Europea comenzaron a concretar las primeras compras de biocombustibles a los productores argentinos y con el nuevo arancel reducido, por lo cual la dilación hizo caer esos primeros contratos.
La medida conocida hoy implica el aplazamiento de la fecha para la puesta en marcha de una rebaja en la alícuota fijada por la UE en su momento por la comisión de presunto dúmping, que debía comenzar a regir inicialmente el próximo 10 de agosto, y que ahora no podrá concretarse antes de fines de septiembre.
Las empresas locales exportadoras de biodiésel aguardaban con expectativa la decisión de las autoridades de la Comisión Europea en Bruselas, ya que la reapertura permitirá compensar las restricciones que se esperan de Estados Unidos y mantener así el buen ritmo actual de las exportaciones, que en lo que va del año aumentaron más de 39 por ciento en volumen y casi 65 por ciento en ingreso de divisas.
El nuevo esquema, según se anticipa, supondrá un recorte de los aranceles desde 24,6 a menos de 10 por ciento, y algunos trascendidos mencionaron una banda de entre 7,6 y 10,6 por ciento, que diferenciaría según cada exportador.
El gobierno y los empresarios argentinos aseguran que esos derechos provocaron una reducción de ventas de biodiésel a Europa por unos 1.600 millones de dólares, lo que obligó a redireccionar los envíos a otros países, sobre todo a Estados Unidos.
Las industrias radicadas en el país confían en reforzar por esta vía su actual nivel de negocios externos, que entre enero y mayo reportaron ingresos por 432 millones de dólares, 64,8 por ciento más que en igual período de 2016, de acuerdo con las estadísticas difundidas por el Ministerio de Energía y Minería.
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