Metalera Sur, una compañía cordobesa con 20 años de trayectoria y dos generaciones de especialistas está en plena ejecución de un centro de procesamiento para el acopio, reciclaje y recuperación de metales.
El emprendiemiento se montará sobre Colectora Norte de Circunvalación (entre variante Juárez Celman y Monseñor Pablo Cabrera) en un predio de 10 hectáreas dónde ya han instalado maquinaria y se van a convertir en una planta modelo para la actividad.
La inversión total del proyecto terminado está estimada en unos $500 millones. La infraestructura del mismo incluirá además de los sectores de acopio, dársenas de carga y descarga, grúas y palas para movimiento de materiales, las maquinas compactadoras, una cizalla de 600 toneladas, oficinas e instalaciones sanitarias especialmente diseñadas. También prevé un parquizado especialmente diseñado para estar integrado al entorno y funcional tanto al trabajo como a la estética del lugar.
“Esta planta nos permitirá, en los próximos 12 meses, crecer un 30% en nuestra capacidad de manejo de materiales. Hoy procesamos entre 1.000 y 1.500 toneladas de metal ferroso por mes, la proyección y estas instalaciones una vez terminadas nos aseguran gestionar 12.000 toneladas”, comenta Jorge Fernández, propietario y director de Metalera Sur.
La empresa que fundara hace dos décadas en Córdoba, a la que se unieron sus dos hermanos, es hoy proveedora directa de las acerías más importantes de país, que son las industrias que funden el recupero. Cuentan con una veintena de colaboradores directos y más de medio centenar de indirectos. Pero su trabajo también contiene como una opción de ingreso a quién acerca materiales de manera particular.
“La cizalla es una pieza clave en este proyecto, de hecho la hemos instalado en medio del desarrollo de la obra. Es una maquina única en el sector, de origen alemán, que la incorporamos este año y tiene un roll fundamental que nos distingue ante nuestros clientes. Pues la misma corta en unas especies de fetas el metal compactado y, debidamente acondicionado para su trasporte, cuando llega a los hornos de fundición es mucho más rápido el proceso de conversión. Es un orgullo para nosotros ver como ese emprendimiento que comenzó siendo un sueño está en esta etapa de evolución”, finaliza Fernández.