Por Eduardo Bocco
Develadas las incógnitas sobre sus candidatos a gobernador y a intendente de Capital, el peronismo está enfrascado ahora en definir los postulantes a vice en ambas categorías.
La que parece tener prioridad es la candidatura a vicegobernador ya que el cabeza de fórmula, Martín Llaryora, fue elegido hace tiempo, en septiembre pasado, aunque comenzó con el paso cambiado porque justo en esos días se desató el escándalo motivado por una tragedia vial protagonizada por Oscar González.
Ahora, el intendente de Río Cuarto Juan Manuel Llamosas mueve sus piezas para sacar ventaja y de alguna manera seducir al gran elector, el gobernador Juan Schiaretti.
Llamosas empapeló buena parte de esta ciudad con afiches que promocionan la fórmula Llamosas-Llaryora, debajo de la foto de ambos aparece un nombre enigmático: Hacemos Juntos por Córdoba. Parece una ironía pero también una provocación. Daría la impresión que Llamosas también es el elegido de la oposición.
Pero chicanas aparte, la pulseada interna se profundiza cada vez más, a raíz de la falta de diálogo entre Llaryora y Schiaretti. Ese es un tema tabú en el peronismo, pero fuentes del Centro Cívico y de la Municipalidad admiten entre dientes la situación, que se torna cada vez más tirante.
Esa falta de diálogo, tuvo un último hecho desencadenante: la presión llaryorista para adelantar las elecciones provinciales y llevarla al 7 de mayo. Eso puso furioso al gobernador, que rechazó de plano la idea.
La carrera
En paralelo, Llamosas avanza con su proyecto, pero no está solo en el camino porque por un lado está la diputada nacional Natalia de la Sota, que continúa con su trabajo de instalación y recorre todas las semanas el interior provincial.
La diputada tiene un punto a favor: su apellido, para quienes no lo saben, Natalia es hija del fallecido ex gobernador José Manuel de la Sota.
Pero tiene también un gran punto en contra: por ahora no pasaría el filtro del peronismo de Capital, que va por otros caminos y tendría otros nombres para definir el compañero o la compañera de fórmula de Llaryora.
En el Centro Cívico afirman que el delasotista Daniel Passerini –pronto será confirmado como candidato a intendente de Córdoba- , y por lo tanto no puede haber otra dirigente de la misma corriente interna en otra fórmula.
En realidad, el nombre central al que apuesta el PJ Capital es el de su jefa: Alejandra Vigo. La senadora nacional no da demasiadas pistas, pero en las tertulias justicialistas aseguran que no se baja y que quiere ser.
Obviamente, debe aclararse que si Vigo levanta la mano, no hay en el PJ ninguna voz autorizada para desacreditarla.
También perdió peso la eventual nominación o alianza con el schiarettismo del intendente de Villa María, Martín Gill, que como Llamosas, es dueño de interesantes votos en su región, pero que también tiene un fuerte punto en contra: su vinculación con el Frente de Todos, de quien fue funcionario hasta hace poco.
Los contactos con Gill los manejaba personalmente Llaryora, pero en medio de esta situación de tirantez y desconfianza con el schiarettismo, no hay demasiado para decir.
Si se tuviera que hacer una sinopsis sobre este tema, habría que indicar que, hoy por hoy, Llamosas está bien posicionado, y que Natalia de la Sota y Gill han perdido terreno por diferentes circunstancias.
Pero por las dudas y si esto fuera una ruleta, se aconseja poner al menos una fichita en el casillero que tiene el nombre de Vigo.