«¿Aguanta la economía hasta las elecciones? Depende mucho de lo que haga el gobierno. Si hacen las cosas que hay que hacer, la economía aguanta y si no, no». Ese fue el planteo inicial del economista Guido Sandleris para referirte al escenario actual de la macro argentina camino a las elecciones generales 2023.
Si la economía “aguanta” habrá una caída de la actividad del 4% del PBI (la mitad por la sequía y la mitad por las políticas del gobierno) y una inflación que llegaría al 150%. «Las reservas propias del Banco Central son hoy en US$1400 millones. Si el gobierno no hace nada, en diciembre serán negativas en US$10.000 millones, pero el número no es viable, no puede ocurrir. El gobierno tiene que hacer algo, porque sino la economía no va a aguantar», explicó el ex presidente del BCRA.
Las reservas brutas son hoy US$ 33.000 millones, de las que US$21.000 millones no son propias. De los US$12.000 millones de reservas líquidas, a las que hay que quitarles los US$11.400 millones de los encajes: «estimamos en US$2000 millones los que están disponibles del swap con China, que también es deuda. No estarían usando todavía los dólares que respaldan los depósitos. Si no hacen nada para agosto las reservas negativas ya serían US$4.500 millones; tampoco es viable», explicó.
«¿Qué puede hacer el gobierno? Es difícil predecirlo. Matemáticamente hay dos cosas que pueden hacer. Sin reservas no pueden seguir sosteniendo el tipo de cambio oficial. Puede dejar de perder dólares; un camino es soltar el tipo de cambio oficial. Una devaluación es riesgosa. Si no quiere hacer eso, la alternativa son más restricciones al acceso al tipo de cambio oficial. El tema de discusión con el FMI es cómo dejar de perder dólares», analizó Sandleris.
Y siguió: «Para conseguir dólares hay dos chances, buscar financiamiento voluntario -estas últimas semanas vimos un peregrinaje- o usar lo que nadie le está prestando, los encajes. Las fichas están puestas en la negociación con el FMI; no alcanza con que adelante, necesitan recursos extras. No les dará extras sin una contraprestación; no le dará fondos nuevos para que el gobierno los pierda vendiendo dólares subsidiados. La negociación está trabada ahí».
Finalmente, el economista aseguró que «la razón por la que hay una caída de los depósitos en dólares es el temor a este gobierno. Usar los dólares que respaldan los depósitos es muy riesgoso. El gobierno debería ser mucho más cuidadoso, hay más sensibilidad entre los depositantes».