Hace seis años, Rafael Ibañez decidió arriesgarse y tomar un “camino alternativo” a la hora de desarrollar software. Así, en vez de seguir la ruta tradicional, que implica hacer pie en las principales capitales del país o grandes centros urbanos, apostó por desarrollar pequeñas comunidades a través de la formación de talentos en lugares “no tradicionales”. Así, IncluIt fue abriendo software factory en Córdoba, Buenos Aires y Rosario, pero también en otros puntos del país, donde según reseña Ibáñez le plantearon algunos “no se puede desarrollar software”, como Río Cuarto, Catamarca y La Rioja.
“Los clientes quieren que los atiendas desde Callao y Corrientes, pero tenemos muy en claro que el talento está distribuido en todo el país y hoy operamos en 20 provincias del país, en algunos casos en localidades muy chicas. Se puede”, sostiene Ibañez.
Los números ayudan a comprender un poco más lo que es IncluIT: “pasamos de ser 4 a más de 650 en la actualidad, pero a lo largo de la historia de la empresa han pasado más de 5.000 personas: en Catamarca tenemos 50 personas y en La Rioja ya llegamos a 30 y vamos por más. El ritmo de crecimiento es muy bueno. Diría que hasta podríamos ir más rápido: tal vez cometiendo errores, que son lógicos, pero más rápido”.
Si bien las posibilidades de expansión son concretas, Ibáñez es consciente de que nada será fácil. “Me he peleado mucho con los intendentes. Sé que manejan un presupuesto acotado para pagar sueldos y arreglar algunos líos y no les queda mucho margen, pero hoy vamos a aportar más que a pedir. Y muchos intendentes no la están viendo: tienen otra agenda que nada tiene que ver con la Ley de Economía del Conocimiento. Yo vengo del interior y además con IncuIT comprobamos que la tecnología brinda la oportunidad de generar nuevos puestos de trabajo”, sostiene el empresario.
El último hito de la compañía fue “la capacitación de talentos en San Esteban, una localidad de 1.200 personas, junto a la UTN y el intendente. Si lo hicimos ahí, lo podemos hacer en cualquier puntos del país”, sostiene. El próximo paso de IncluIt es el desembarco en Jujuy. “Estamos tratando de cerrar allí, de entregar becas para que les llegue a personas que los motive a empezar a trabajar”.
-¿Articulan con las universidades?
-Sí, no con todas en todo momento y en todo lugar. Lo loco es que los gobiernos tienen una agenda y las universidades otra, por lo que tratamos de ser un puente entre esas agendas para tener una en común. Es uno de los grandes desafíos que tenemos por delante.