El analista político pasó por Córdoba, en el marco del Ciclo de Análisis que organiza la Bolsa de Comercio de Córdoba, y no dejó demasiado optimismo respecto a uno de los problemas que enfrenta el país (más allá de todos los de índole económica): la grieta. “Es muy complicado que se cierre”, dijo.
“Difícilmente alguien podría sacar conclusiones determinantes con tan poco tiempo administración”, comenzó su disertación, al tiempo que agregó que “el principal desafío de esta gestión será el equilibrio interno de poder dentro de una coalición que es muy gelatinosa, que está todavía en estado gaseoso. Fue electoralmente exitosa. Ahora tenemos que ver cómo se plasma en el proceso de toma de decisiones, cuánto peso va a tener el Presidente y cuánto peso va a tener la Vicepresidenta.”
Además, hizo hincapié en algunos de los principales desafíos de gestión para el actual gobierno y las principales demandas de la sociedad. Encabezando el listado de éstas últimas se encuentra la inflación. Según Berensztein, a la opinión pública es el tema que más le preocupa, siendo para el 90% de los argentinos “de gran relevancia”.
El analista hizo hincapié en el hecho de que tanto en el discurso de asunción del presidente Alberto Fernández como del ministro Martín Guzmán (unos días después) fue un tema más bien secundario, “como si la inflación no fuera respuesta de los problemas que el gobierno quiere efectivamente arreglar, incluyendo la pobreza y la inequidad”.
Además, sostuvo que el segundo tópico que encabeza el listado de solicitudes sociales es la incertidumbre respecto de la cuestión económica, a su entender un tema que impacta más en el sector privado pero del que los consumidores no están exentos; y en tercer lugar, la inseguridad, sector en el que “el gobierno evidentemente está descontinuando algunos de los criterios, de las políticas que fueron implementadas hasta ahora” y que habían tenido “relativamente buenos resultados”.
Respecto de escenarios futuros, se refirió a uno de los objetivos planteados por el presidente y, a su entender, casi imposible de resolver: “cerrar la grieta”. “Sigue tan fuerte como siempre, lo que supone una disyuntiva muy importante para el gobierno”, a lo que hay que sumar que “existe una percepción de la dificultad del momento que vive Argentina”, por lo que “no hay una expectativa de una solución inmediata de los problemas más urgentes”.