Uber perdió su licencia operativa en Londres por segunda vez en algo más de dos años, después de que el regulador de la ciudad se refirió a un «patrón de fallas» en materia de seguridad que hizo que la aplicación de transporte no sea apta para realizar sus servicios.
Un cambio en los sistemas de Uber permitió que conductores no autorizados cargaran sus fotos en otras cuentas, lo que implicaba que pudieran recoger pasajeros como si fueran el chofer contratado, algo que ocurrió en al menos 14.000 viajes, según indicó Transportes de Londres.
La compañía con sede en Silicon Valley, que ha sufrido reveses por parte de autoridades y operadores establecidos en varios países, tiene 21 días para apelar y podrá seguir realizando su servicio durante el proceso, que es probable que incluya acciones judiciales y se prolongue durante varios meses.
Uber, que tiene unos 45.000 conductores en Londres, dijo que apelará la decisión -a la que calificó como «extraordinaria y errónea»-, asegurando que ha adoptado medidas para cambiar su modelo de negocio y mejorar sus estándares en seguridad.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, que también preside TfL y se presentará a la reelección en menos de seis meses, dijo que «sé que esta decisión puede ser impopular entre los usuarios de Uber, pero nuestra mayor preocupación es su seguridad. Cumplir con los estrictos estándares de TfL es esencial para que los operadores privados puedan tener licencia en Londres».