La empresa Seed Matriz utiliza la biotecnología para mejorar la morfología de las semillas de maíz e incrementar los rindes por hectárea. El desarrollo busca ofrecer una solución los productores agrícolas, originado en la falta de uniformidad del maíz.
Mediante un encapsulado que da forma redonda a la semilla, el desarrollo permite una importante mejora en la calidad de siembra; lo que impacta positivamente en la producción. Además, esta tecnología posibilita disminuir el desperdicio que sufren los semilleros, que se produce a raíz de las semillas que no son aptas para la siembra.
La compañía nacida en Río Cuarto cerró en tiempo récord (menos de dos meses) su ronda puente de inversión por 350 mil dólares, con el asesoramiento de los Estudio Roccia & Asoc. y el Estudio Tanoira Casagne. Entre los inversores de esta etapa se encuentran algunos más tradicionales; que comienzan a transitar los caminos de las inversiones de riesgo en startups.
“Este hecho transformador seguramente comenzará a generar una movida mucho más sólida y continua hacia las necesidades de financiamiento de los proyectos tecnológicos de nuestra región que, al igual que nosotros, tienen la mirada puesta en generar empresas de clase mundial”, analiza Álvaro Fernández, COO de Seed Matriz, desde Miami donde está terminando de abrir la empresa holding que soportará la globalización prevista para el futuro.
Seed Matriz ya había sido invertida en 2019 por la Agencia Córdoba Innovar y Emprender. El año pasado, participó en el programa Impulso a Emprendimientos Agtech; que llevó adelante la misma agencia en conjunto con la Asociación de Emprendedores Tecnológicos (Asetec).
Planes y proyectos
Luego de recibido el apoyo de los inversores, los próximos pasos son la validación del producto viable mínimo (MVP, por sus siglas en inglés) en los campos experimentales, en la campaña de siembra 2021/22, con el foco puesto en abordar el go-to-market en el año 2022. Desde la startup ya están pensando en escalar operaciones, inicialmente con testing en Brasil y Estados Unidos para luego abordar comercialmente todo el mercado del continente americano con la encapsulación de semillas no sólo para el maíz, sino para otros cultivos extensivos que se verán beneficiados exponencialmente con esta tecnología.