La frase de la vicejefa de Gabinete de la Nación, Cecilia Todesca, la semana pasada cuando no descartaba la chance de insistir con las retenciones al campo por parte del Gobierno nacional, cobraron fuerza con la entrevista a Página 12 que brindó el propio presidente Alberto Fernández. En la misma, el mandatario nacional disparó: “preferiría no hacerlo, pero si el campo no entiende voy a subir las retenciones o establecer cupos”.
Consumada la advertencia del líder del Ejecutivo nacional, el campo reaccionó y quedo al aguardo de una reunión que se concretará hoy por la tarde entre todos los actores de la Mesa de Enlace con el Gobierno; y no tomará medidas hasta ver qué conclusión sacan del cónclave. Atentos siempre, a lo que piden las bases, que amagan con continuar en esta tensión que proponen algunos actores del oficialismo y ellos replican.
Con este escenario, en Córdoba aprovecharon desde El Panal para extender la fase de distanciamiento con Nación que ya tuvo algunos capítulos en los pocos días que lleva el 2021. Por ejemplo, a comienzos de enero, cuando el gobernador Juan Schiaretti se puso en contacto con otros mandatarios provinciales ante el inminente anuncio del Gobierno nacional de aplicar el toque de queda sanitario ante el aumento de casos de coronavirus.
En aquella ocasión, la preocupación de hoteleros, sumado al malestar de cabañeros y gastronómicos, fueron suficientes para que Schiaretti le ganara de mano a la Nación al confirmar que en Córdoba no habría marcha atrás. “No podemos matar el verano”, dijo un funcionario provincial, aunque se sumó a la preocupación general por los cuidados. Primera distancia 2021.
Hace días, con la apertura de sesiones ordinarias en la Unicameral, Schiaretti ratificó la marca registrada del modelo de Gestión Córdoba con el que transitará la primera buena parte del año; y ratificando que, si hay un acercamiento electoral con el Frente de Todos -hoy poco probable-, no será entrando bajo el paraguas de Alberto F., Cristina Fernández de Kirchner y compañía.
El tercer episodio de la saga se produjo esta semana cuando Nación apuntó al socio histórico de estas dos décadas del cordobesismo: el campo. La advertencia de Fernández encontró un rechazo pleno del schiarettismo que encontró la voz indicada para ponerle cuerpo al pensamiento de los despachos principales del Panal, el diputado nacional Carlos Gutiérrez.
El schiarettista paladar negro lidera el bloque de cuatro parlamentarios que responden al gobernador en la Cámara baja, fue el ministro de Agricultura de Schiaretti en el conflicto del 2008 y en algún momento puede volver a esa cartera donde dejó buenas relaciones. Combo perfecto para encarnar el discurso de una sociedad que está tratando de reestablecer relaciones después de un complejo 2020 con capítulos varios. Entre ellos, Vicentin.
La interna UCR
Al revival 2008 del campo y el kirchnerismo, el otro ingrediente que se anota en la largada del año electoral es la interna radical. Con un escenario que parece polarizado en Córdoba entre Ramón Mestre y Rodrigo de Loredo, los terceros en discordia amagan con meterse en la discusión. Y allí se suman nombres, a nivel provincial como el de Polo Gait y Fernando Montoya; pero también en el plano de la Ciudad. A esta altura, la madre de todas las batallas para el radicalismo.
En Capital, el mestrismo acordó con Negri y el resto de los socios, la candidatura de Diego Mestre, para liberar la provincia a quien proponga el diputado. Y los nombres que suenan van desde el riocuartense Juan Jure al intendente de General Cabrera, Marcos Carasso.
En tanto, y retornando a la Ciudad, a Sumar amaga con acoplarse otro jugador que no estaba en los planes: Miguel Nicolás. El veterano dirigente, de pasado confrontativo con De Loredo, hoy está cerca del acuerdo con el concejal y pondría a los rivales del mestrismo con dos candidatos de peso al Comité Capital: Nicolás y Javier Bee Sellares, a quien este acercamiento del edil capitalino con el exlegislador no lo convence.
Sin embargo, no todo se define acá. A nivel nacional, varios interlocutores le hicieron saber de la situación al presidente de la UCR Nacional, Alfredo Cornejo, con lo que no se descarta su incidencia.
