La decisión del gobierno nacional de suspender la inscripción digital de las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS) cayó muy mal en muchos sectores, pero fue tomado muy negativamente en el ecosistema emprendedor en particular. Y es que los emprendedores que buscan hacer pie encontraron en el nuevo sistema la posibilidad de ahorrar muchos recursos y agilizar los tiempos al poder inscribir digitalmente una sociedad.
El desarrollo del sistema SAS se concretó durante el macrismo y permitió bajar los tiempos para crear e inscribir una sociedad de 60 días a sólo un par. El cambio fue clave para el surgimiento de unas 20 mil sociedades y ahora la nueva gestión comenzó a poner reparos por su implementación.
Según Ricardo Nissen, a cargo de la Inspección General de Justicia (IGJ) se decidió la suspensión por 180 días de la inscripción digital de SAS a partir de la resolución 06/2020 para reordenar el registro de las sociedades y sumar mayor control. En concreto esto implica la vuelta a las inscripciones empleando el papel.
En Córdoba. En tanto, los emprendedores de Córdoba están con una doble sensación. Por un lado, alivio, ya que la Inspección de Personas Jurídicas de Córdoba depende del Ministerio de Finanzas de la Provincia y es un ente autónomo respecto de los organismos nacionales. Con lo cual, la resolución 06/2020 no tendrá impacto y el IPJ Córdoba opera de forma normal, recibiendo inscripciones digitales para las SAS. Pero a la vez, hay preocupación por la señal enviada y un estado de alerta ante lo que puede seguir. “Estamos en alerta y asesorándonos para asegurarnos que estas cosas no bajen a Córdoba. Que se suspenda la inscripción digital es un retroceso total. No tiene sentido argumentar que es para que haya más control, porque está todo digitalizado, todo se puede controlar. La propia AFIP usa la digitalización. Hoy en Córdoba las sociedades se crean y salen con IIBB y CUIT. No tiene sentido”, señaló Paula Gialdi Svorcan, presidente de la Asociación de Emprendedores Tecnológicos de Córdoba (Asetec).
La ejecutiva remarcó que “volver al papel es un retroceso que ningún país se merece. Es una traba al proceso de creación de empresas y de la generación de empleo y valor. Nos preocupa que en un contexto de recesión se envíen estas señales. Nos ponemos a disposición de Nisser para explicarle lo que sea. Pero nos quedamos en alerta, no puede ser que se quiera sacar algo que otra gestión hizo bien, sólo porque tiene olor a otra gestión”.