Lunes 21 de octubre. Euclides Bugliotti atiende el llamado y casi que ni hace falta preguntarle cómo ve el panorama, a menos de una semana de las elecciones. Aunque el Banco Central hacía pocos días había aprobado la confirmación de su propio banco (Banco Dino), el titular de Grupo Dinosaurio quería hablar de otros temas.
“El FMI no va a mandar más plata y ya no importa quién venga (a gobernar), sostuvo
–¿Da lo mismo que gane Fernández o Macri?
–Acá tiene que venir un mago para resolver esta situación. La gente no se da cuenta pero no tenemos “dólares propios”, son todos ajenos y no hay inversión.
El análisis de Bugliotti en ese momento se centró en dos frentes: el primero relacionado a la caída en el consumo. La otra preocupación, más desde lo macro, es el nivel de reservas que tendrá el Banco Central a fin de año. “Si seguimos así van a quedar entre US$ 3.500 millones y US$ 4.000 millones. Y la elección está definida, pero es lo que menos importa a esta altura”, aseguraba.
Después, se metió de lleno en el tema dólar.
–¿Cuál es el principal problema en la actualidad?
–Muchos, pero si algo nos tiene que quedar de esta crisis es que nunca más tiene que haber un dólar libre. El dólar tiene que estar regulado. Yo no estoy en contra de que la gente compre dólares para comprarse un Mercedes o viajar, pero no se lo puede vender el Central. El dólar puede tener cualquier precio: $ 20 ó $ 60, pero reitero: no los puede vender el Banco Central. La verdad, estoy muy ofuscado con lo que pasa en el país.
El resto ya es historia conocida: al domingo siguiente, consumado el triunfo de Alberto Fernández en primera vuelta (por un margen mucho menor al que preveían la mayoría de las encuestadoras y el propio mercado), el BCRA, con el aval de Mauricio Macri, dispuso un cepo hard, mediante el cual, se restringió la compra de dólares (de US$ 10.000 mensuales se pasó a US$ 200).
–¿Y ahora, qué puede pasar?
–Acá no queda otra que reactivar el consumo. Hay que ver cómo lo hacen. No se puede vivir emitiendo todo el tiempo. Hay muchos sectores que no se van a recuperar tan rápido. Por eso insisto con que lo peor de la crisis todavía no llegó. Y el tema del dólar es clave.
–¿Esta situación le recuerda a alguna época en particular?
–Si me preguntás por el 2001, te digo que fue muy duro, porque veníamos golpeados porque fue fuerte la salida de la Convertibilidad. Mucha gente quedó mal…