“El 2020 será un año de furia para la economía, porque se va a recalentar bastante. En el corto plazo eso es bueno, en el largo no lo sé”. La frase pertenece a José Luis Acevedo, el CEO de Grupo Canter, una de las desarrollistas jóvenes de Córdoba que viene creciendo a buen ritmo.
“El año que viene la plata va a estar en el bolsillo de la gente, de acuerdo a lo planteado por el nuevo presidente. El cepo seguramente va a continuar, por lo que la gente va a apostar por la inversión más segura, que es el ladrillo”, completó su diagnóstico Acevedo.
Allí, una decena de desarrollistas coincidió –a grandes rasgos– con ese diagnóstico, poniendo de relieve que en los últimos meses la mayoría de las empresas registró buenos niveles de venta y la gran mayoría es optimista de cara al año próximo. Por caso, Fernando Reyna, uno de los directores de Edisur, no dudó en ponerle “un título” al año próximo: “extraordinario”.
“Estoy entusiasmado porque tenemos un Presidente que no puede ir ni para un lado ni para el otro: se vienen años más tranquilos a partir de la paridad de fuerzas tras las elecciones de octubre”, es la tesis de Reyna. Para el empresario este año se van a redolarizar los valores de las propiedades y tal vez se modifique el patrón de inversión que tiene a tres públicos, divididos en tres tercios. “Un tercio invierte siempre; otro tercio se sube a las tasas y apuesta; y un tercio cree que se enriquece reteniendo los dólares y cree que es millonario, pero al final del año termina ganado un 3% ó 4%”, completa.
Martín Monforte, de Grupo Proaco, sostiene que la actual “es una crisis con plata”. “Hay Letras, dólares… Se habla de que existe casi un PBI retenido por la gente. Los que jugaron en esta rueda financiera -salvo algunos tiempistasterminó perdiendo o de última en cero”, asegura el ejecutivo a cargo del Departamento de Ventas de la desarrollista.
En ese contexto, Monforte vislumbra un 2020 diferente: “No se van a armar las tasas como en el gobierno de Macri. Además, Fernández ya dejó en claro que quiere la plata circulando, por lo que el año próximo se puede plantear como el de la reivindicación del ladrillo”.
En tanto, Martín Dahan rescata la recuperación del sector en la última parte del año y pone de relieve que “se debió más al miedo de la gente a los mercados que a las bondades de de los ladrillos”, pero pone de relieve que eso se va revirtiendo a partir de las inversiones de los desarrollistas (y la calidad y variedad de los emprendimientos en Córdoba).
Con todo, destaca: “colegas de otros países no se explican cómo pueden funcionar bien las empresas constructoras sin créditos hipotecarios”.