(Especial, José Busaniche para Perfil Córdoba). Gastronómicos, hoteleros, corredores inmobiliarios, desarrollistas, repuesteros, fabricantes de insumos eléctricos, metalúrgicos, madereros, transportistas, expendedores de combustibles son algunos de los rubros que están renovando el reclamo por una eliminación del pago de impuestos por el período que dure la cuarentena decretada para contener al coronavirus.
Son más de 20 las cámaras empresariales pyme que se nuclean en el colectivo C20 y que insisten con frenar el pago de impuestos, mirando la experiencia de otros países.
Se trata de una decisión difícil de tomar por parte de los estados nacionales, provinciales y municipales que ya están viendo los primeros impactos en la recaudación por los efectos colaterales de la pandemia y que se preparan para un escenario más complejo.
En la semana, el intendente Martín Llaryrora habló de una recaudación que “se está desplomando”. Y lejos de eso, la Provincia diseñó la semana pasada una campaña para movilizar el pago de impuestos de los sectores que están en condiciones de hacerlo. Tras comunicar la primera parte de la campaña a algunos medios luego se decidió no avanzar con la misma.
Prioridades. Más allá de la posición oficial, el empresariado local insiste con reuniones y comunicados en el sentido de concretar el freno en el pago de impuestos y alcanzar planes de financiación para las deudas contraídas.
“En muchos países del mundo se suspendieron los impuestos por 90 días por esta cuarentena, en Europa, en Estados Unidos. Ahora se habla mucho de la rebelión fiscal, la rebelión fiscal se va a dar de hecho, primero porque tenemos venta cero y segundo porque no vamos a poder pagar los impuestos porque tenemos otras prioridades. Yo de mis ingresos lo primero que voy a hacer es destinar a pagar los sueldos de la gente, lo único que a mí me va a mantener la empresa en marcha son los recursos humanos y después tengo que atender a los proveedores. El Estado para mí está en tercer o cuarto lugar, esa es la realidad”, expresó al respecto Francisco Vaccaro, uno de los referentes del C20 y presidente del Foro Productivo de la Zona Norte.
Para el empresario se tiene que avanzar en la estrategia hacia un regreso de la actividad de forma coordinada, para evitar que suceda lo que se vio esta semana, la habilitación de corralones, pero con la construcción totalmente frenada.
“Empecemos a trabajar, porque si no trabajamos no vamos a generar actividad y no hay impuestos. Yo entiendo que necesitan los fondos, pero tienen que saber lo que es una empresa cerrada totalmente con 0 facturación”, dice. En concreto, el reclamo de las cámaras cordobesas del C20 incluye:
1) Eliminación, no suspensión, durante el tiempo que lleve el aislamiento, de todos y cada uno de los impuestos, contribuciones y servicios que inciden en la actividad Pyme. Brindando 30 días posteriores a la suspensión del Aislamiento, de prórroga para dar tiempo a la recomposición de la cadena de pagos.
2) Suspensión de los cortes de servicios por 90 días.
3) Financiación de facturas y planes de servicios atrasados con tasas y plazos para la situación de crisis.
4) Suspensión de todos las ejecuciones y embargos por deudas impositivas por 90 días.
5) Financiación especial para deudas de Ingresos Brutos y Comercio e Industria municipales con plazos y tasas acordes a situación de crisis, con primer vencimiento en enero 2021.
6) Flexibilizar y agilizar el acceso a los créditos blandos.
7) Que los Bancos autoricen descubiertos para las Pymes con una tasa no superior al 20% anual, para evitar que se corte la cadena de pago, de ser necesario que el Banco Central avale dichos descubiertos. Y que los mismos puedan ser devueltos a 180 días en un plazo acorde.
8) Crédito especial a tasa 0% para aquellas Pymes que puedan demostrar que no cuentan con capital de giro para seguir operando ni pagar.
9) Que se efectivice la reducción de sueldos de funcionarios públicos para contribuir a la generación de un Fondo de Emergencia.
10) Que los Sindicatos que manejan superávit en sus arcas también contribuyan a dicho Fondo de Emergencia.
No bajar. Con todo, y pese al reclamo empresarial la postura, al menos en la Provincia, es no tomar decisiones que impliquen una suspensión, reducción o eliminación de impuestos: “no vamos a tomar ninguna decisión que comprometa los ingresos porque hoy los necesitamos para afrontar pagos y sostener los servicios que demanda la atención de la pandemia”, confiaron a este medio fuentes de la Provincia.