El Instituto de Investigaciones Económicas de la BCC e IDESA analizaron las perspectivas para la Argentina en 2022. Ambos institutos trabajan continuamente estudiando el panorama económico y social del país y de la región.
En esta ocasión se analizó los desafío de la macro de cara al año que arranca, el mercado laboral y el contexto internacional.
Desafíos macroeconómicos para 2022
Lucas Navarro, director del Instituto de Investigaciones Económicas de la BCC, aseguró que “los principales desafíos macroeconómicos para 2022 serán corregir las fuertes distorsiones de precios relativos generadas en los dos últimos años, consecuencia de la estrategia del Gobierno de congelar tarifas y mantener el tipo de cambio oficial atrasado, para intentar contener sin éxito la inflación».
«Entre diciembre de 2019 y este mes, el precio de los bienes y servicios regulados subió 59% y el tipo de cambio oficial lo hizo en 69,9%, ambos muy por debajo de la inflación núcleo que fue de 118,3%», manifestó y aseguró «las políticas instrumentadas resultaron muy costosas; el congelamiento de tarifas determinó un aumento del gasto en subsidios económicos, que pasaron del 1,5 a 3,1% del PBI en los dos últimos años, poniendo presión al déficit fiscal, que en gran medida se financió con emisión monetaria».
Desde el 2000 el récord de financiamiento del Tesoro había sido en 2014, cuando llegó al 2,5% del PBI. En 2020, saltó al 6% del producto y este año acumula 3% del PBI. Es decir que gran parte de esos subsidios para contener la inflación terminan siendo inflacionarios. Esta expansión monetaria inflacionaria combinada con el atraso del tipo de cambio explica la creciente brecha cambiaria y la pérdida de reservas del Banco Central, que desde noviembre lleva vendidos 1266 millones de dólares para sostener el tipo de cambio oficial, al punto que las reservas líquidas serían negativas.
«El corregir distorsiones de precios tienen un costo inflacionario temporario en el corto plazo, pero reducen los desequilibrios. Una vez hecho estos ajustes, es fundamental no volver a tropezar con la misma piedra y avanzar en reformas (previsional, laboral, tributaria) que ataquen el problema fiscal de forma estructural», aseguró Navarro.
Asimismo explicó que «subir las tasas de interés nominales para ganarle la inflación, reduciría el poco atractivo de ahorrar en pesos, pero por otro lado presionaría al alza la emisión para el pago de intereses de deuda del Banco Central, lo que a la larga también presiona a la inflación. Esto hace más relevante aún la necesidad de reducir el déficit fiscal y cuasi fiscal como condición necesaria para estabilizar la economía argentina”.
Perspectivas del mercado laboral
Jorge Colina, presidente de IDESA, explicó que “el mercado laboral argentino tiene un comportamiento dispar respecto de la economía. Mientras ésta cae desde el 2017, el nivel de ocupación está por encima de ese año. La explicación pasa por el crecimiento del cuentapropismo y el empleo público. Así, se profundiza el carácter dual del mercado de trabajo argentino; sólo la mitad es formal y la otra mitad es informal».
«El cuentapropismo creciente en una economía que se contrae es sinónimo de creación de empleo de baja productividad. La inflación más el crecimiento de empleos de baja productividad hace caer el salario real; cuando éste cae, sube la pobreza«, dijo el economista.
Contexto internacional
Por su parte, Fabio Ventre, Subdirector de Instituto de Investigaciones Económicas de la BCC, manifestó: «Si bien la aparición de nuevas variantes del COVID-19 genera incertidumbre sobre el avance de la situación sanitaria, los datos muestran que la economía mundial transita la pospandemia, al haber alcanzado este año niveles de actividad que superan las de 2019″.
«De cara al 2022, es clave la política monetaria de los Estados Unidos. Tras alcanzar en noviembre la mayor inflación en 39 años, la Reserva Federal se vio forzada a iniciar el tapering, proceso gradual por el que reducirá sus estímulos a la economía norteamericana. Aunque se esperaba que el proceso concluyera a mediados de 2022, habrá un aceleramiento de forma tal que el tapering termine en marzo.