Del estupor y el pánico, a la zozobra y la indignación y finalmente a una mesurada resignación. Esos parecen ser, a grandes rasgos, los estados por los que pasaron los 246 empresarios y ejecutivos argentinos que son parte del grupo de WhatsApp “Nuestra Voz” y que siguieron, como todos, con extrema atención el desenlace de las PASO.
En las últimas semanas ese espacio salió a la luz como un reducto que reflejaba “la banca” del establishment corporativo hacia el actual gobierno. Confrontados por la prensa, algunos de los referentes explicaron que se trata de un grupo apartidario que intenta analizar la coyuntura y compartir ideas fuerza hacia una consolidación de políticas de largo plazo y con premisas de una mayor institucionalidad.
Sin embargo, la participación de algunos empresarios de peso que tienen excelente relación con el propio presidente Mauricio Macri –como el CEO de Mercado Libre, Marcos Galperin- le resta veracidad a este escudo de impermeabilidad política.
Volviendo a las lecturas de las PASO, en el grupo de 246 empresarios y en el que participan un puñado de cordobeses, la primera reacción fue el silencio. Esa primera lectura la contó el periodista de La Nación José del Río, quien detalla que entre las 18 del domingo hubo un molesto silencio que se rompió cerca de las 23, con los números sobre la mesa.
El lunes 12 la expectativa estaba puesta sobre la reacción del mercado. En la intensa jornada de ayer hubo momentos pico para el grupo en los que el tráfico voló y resultó incluso complicado seguir los hilos de las conversaciones y las interacciones. A media mañana, cuando los mercados comenzaron a operar hubo un pico y luego otro por la tarde, tras la conferencia de Macri.
Antes de las 11 circuló por las redes una de las ideas que habría nacido por parte de miembros del grupo: “que se baje Macri y apoye a Lavagna en la primera vuelta. Es la única salida para tener alguna chance de no volver al populismo del pasado”, reprodujo el periodista Alejandro Bercovich.
Un participante contó a este medio que, en términos generales, se podía agrupar las intervenciones en dos grupos: uno minoritario que planteaba “aceptar la decisión de las urnas y que haya una transición ordenada y empujemos para que haya institucionalidad en la transición y calma en los mercados”, frente a una mayoría que bregaba por “esto no está perdido hay que pelearla, hay chances todavía, no nos resignemos a que vuelva el despilfarro”.
Hacia la tarde/noche se compartieron una serie de imágenes, fotos y gráficas, con un tono más moderado, aunque con una resignación latente. Uno de ellos mostraba a la bandera argentina, manos entrezaladas y un texto que decía: “celebremos el ejercicio de la democracia y sigamos trabajando para construir un país mejor para todos. Es nuestro compromiso”. “
En general la mayoría se lamenta que la sociedad vaya a retroceder en términos de institucionalidad, transparencia, etc. Pero la postura más amplia es apoyar la decisión de la mayoría y continuar con una voz más fuerte defendiendo la institucionalidad”, contó un ejecutivo a Punto a Punto.