Unos 500 empresarios siguieron la disertación del economista Juan Carlos de Pablo, invitado por la Fundación Mediterránea, para dar su visión sobre la situación económica del país, visiblemente golpeado por la cuarentena dispuesta para contener al Covid-19.
De Pablo remarcó que hay que prestar más atención a lo que el gobierno y el presidente hace que a lo que dice. Pidió ver los hechos y acciones concretas porque “dicen tantas cosas que su palabra está devaluada”. Para él, el presidente debería pedirles a los infectólogos la misma rigurosidad y exigencia que les pide a los economistas a la hora de analizar cómo se debe gestionar la salida de la cuarentena y la flexibilización. Y remarcó que es más importante la gestión de lo segundo: “la cuarentena ya está terminando, pero más importante es cómo se flexibilizan las actividades. Hay una tensión muy marcada y objetiva entre salud y economía. Puesto así, estamos muertos porque la salud gana, pero hay que remarcar que la economía genera trabajo y el trabajo salud y así. Si el Gobierno se pone muy rígido en la flexibilización vamos a tener una flexibilización de hecho, como ya empezamos a ver. La gente no se va a quedar en la casa a morirse de hambre. Antes que eso sale. Por eso vemos locales con la persiana a medio abrir y atendiendo. Pero hay que hacerlo de forma ordenada, abriendo actividades en las jurisdicciones menos propensas al contagio. No podemos habilitar una obra para la construcción privada en La Matanza”.
Deuda: sobre la gestión de la deuda apuntó: “sin ser experto, esto ya lo venía diciendo Guzmán antes del coronavirus en el Congreso. Al principio de marzo dijo que Argentina n iba a tener superávit hasta el 2023, les estaba diciendo a los bonistas, ´para ustedes no hay´. Y eso les volvió a decir con la oferta. No sé si estamos lejos o cerca. Ojalá haya una contrapropuesta y arreglemos, pero no creo. Yo no veo cómo se evita el default”.
Emisión: el impacto de la escalada en la emisión monetaria sigue generando dudas y preocupación entre los privados. Consultado al respecto, De Pablo afirmó que es un problema más para el futuro y hoy hay que resolver la urgencia del presente. En esa línea apuntó: “en este momento la plata no te quema. Vos no sabés cuanto vas a tener, cuanto vas a facturar entonces la tenes. El problema es que cuando esto empiece a resolverse ahí vamos a ir a los negocios y al consumo. O sea, parte irá a la reactivación, parte va a la inflación ¿Vamos a un Rodrigazo? No lo podemos saber, no me hago muchas ilusiones en la forma en que esta gente resuelva ese problema”.
“¿Qué pueden hacer las pymes?”, fue una de las consultas que más se le hizo. La respuesta de De Pablo fue tajante: “hay que acercar al Gobierno acciones concretas y puntuales. En una zoncera pretender que como pyme uno tenga que pedir permiso al gobierno para ver si le dejan abrir con el protocolo y demás. Vos aguantas y aguantas y cuando no aguantas más abrís. Y eso puede ser grave porque puede ser algo masivo. Y hay otro problema cuando quieren ordenar la economía por decreto. El empresario sabe cómo está su negocio, habla con los empleados, sabe que lo último que va a hacer es despedir a alguien porque después tiene que tomarlo de nuevo. No tiene que venir un decreto a decírselo y encima el 40% de la economía está en negro. El que está en negro no anda leyendo los decretos para ver que hace”.