“Al Orfeo no lo abro más, hay que ver qué se puede hacer ahí”. 26 de agosto: Euclides Bugliotti tira la bomba en Punto a Punto que se propaga en buena parte de los medios nacionales: el Orfeo Superdomo, tal como lo conocimos, ya no existe más. No habrá más shows “porque con la pandemia el negocio cambió” y es necesario “darle otro uso”.
Un par de días después se conoce la intención del empresario de demoler el domo, lo que provoca la reacción en cadena de políticos y algunos empresarios: Córdoba no puede darse el lujo de perder un espacio de esas características.
Las negociaciones entre el propio Bugliotti y el intendente Martín Llaryora no llegan a buen puerto y el oficialismo en el Concejo Deliberante decide declarar el espacio de “interés cultural”: sólo puede funcionar para la organización de eventos y shows.
Desde ese momento, Bugliotti nunca dejó de subir la apuesta: habló de cuidar el estado de derecho; comenzó a vender parte de la estructura del Orfeo Superdomo y anunció la construcción de un polo sanitario, con la idea de que las principales empresas de salud de Córdoba estén presentes en el lugar.
Para el final se guardó una bala más (que no será la última): anunció que accionaría legalmente contra el intendente Llaryora y los 16 concejales que votaron a favor de declarar al Orfeo de interés municipal.
¿Es viable el proyecto, hoy?
Desde la Municipalidad evitan hablar del tema y dicen que hicieron lo que tenían que hacer. Bugliotti no se quedó quieto y comenzó a negociar con los principales players de la salud de Córdoba para que se instalen en lo que internamente dentro de Grupo Dinosaurio se llama polo sanitario (por ahora no hay un nombre comercial).
La única institución que confirmó oficialmente las negociaciones fue el Hospital Italiano, aunque desde el en- torno del empresario hablan de que son “entre cuatro y cinco los interesados”.
“Es un proyecto como no hay en el país: se puede construir en una superficie de hasta 25.000 m2 para el funcionamiento de un hospital de día, con todas las prestaciones. Está pensado para la zona norte y para el Gran Córdoba, por la dimensión. Semejante proyecto no puede circunscribirse a una zona acotada”, dice Juan Carlos Salinas, el ideólogo del proyecto ligado a la salud que pretende desarrollar Bugliotti.
Ahora bien. ¿Se puede avanzar, en la coyuntura actual, en un proyecto de estas dimensiones? Referentes de los principales centros de salud de Córdoba ponen sus reparos, básicamente en un punto: “la inversión que hay que hacer ser muy grande y la coyuntura no ayuda, ya que los centros privados de salud no la están pasando bien”.
Por lo pronto, las fuentes consultadas por Punto a Punto confirmaron que dos de los centros más grandes de la provincia no van a formar parte del proyecto, por diferentes motivos. Uno de ellos porque ya tiene una fuente presencia en la zona; y el otro, porque trabaja en otros proyectos que dará a conocer en breve. ¿Cuál puede ser una salida?
“Tal vez Bugliotti deba concentrarse en algún jugador de peso de Buenos Aires que quiera expandirse en el interior, pero hay que tener en cuenta el momento que vive el sistema de salud privado, mucho más después del Covid-19 y de lo que se viene para este año”, señala
uno de los referentes consultados por este medio.
El formato y la Justicia
Mientras, Bugliotti no baja los brazos y trabaja con los arquitectos en el formato que tendría el espacio. “Es muy grande, se pueden hacer consultorios y dividir por áreas, las posibilidades son muchas”, acota Salinas, poniendo de manifiesto que hasta podría convertirse en un centro referente para la región centro del país si Córdoba logra recuperar el hub que hasta la irrupción de la pandemia funcionaba en el Aeropuerto Córdoba.
“La conexión es fantástica, sería ideal para un proyecto de estas características”, señala Salinas. En el mientras tanto, Bugliotti no descuida el frente judicial. Sabe que el avance del proyecto pondrá cada vez más presión política tras la decisión del Concejo Deliberante.
Quienes lo conocen aseguran que está más decidido que nunca a concretar el proyecto por cuestiones familiares
(quiere que sus hijos se hagan cargo de los supermercados, de los desarrollos inmobiliarios y de la gestión del polo sanitario). “Si no lo dejan, avanzará en la Justicia, por una sencilla razón: se trata de ejecutar un proyecto en un terreno que es de su propiedad”, dice uno de sus allegados.
De hecho, en uno de los últimos días del 2020, el empresario recibió buenas noticias, cuando el fiscal General Adjunto Pablo Bustos Fierro dictaminó a favor de que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) admita el expediente y se aboque a analizar la cuestión de fondo, publicó La Voz.
¿Qué significa esto? Que el alto cuerpo tiene que analizar si la ordenanza que declaró de interés municipal al Orfeo es constitucio- nal o atenta contra el derecho a la propiedad. Bugliotti se había presentado ante el TSJ para iniciar una acción declarativa de constitucionalidad argumentando que la norma aprobada por Hacemos por Córdoba (de manera unánime) era “ilegal, arbitraria y carente de razonabilidad jurídica”.