Crear, producir y consumir tecnologías artificiales y meterlas en el mundo natural hace que sea difícil pensar que el universo natural pueda quedar sin tocar. ¿Es posible combinar tecnologías artificiales y un planeta verde y equilibrado que se sostenga en el tiempo? La tecnología no es de uso exclusivo de los seres humanos: otros primates son capaces de construir herramientas simples, pero los humanos armamos herramientas más sofisticadas, que duran mucho tiempo y que son ajenas al mundo natural, y no se insertan ni adaptan a la naturaleza, no se reciclan fácilmente.
La escala de la tecnología humana también impacta en la manera en que puede mejorar la vida de los humanos. Pero, ¿cómo se reparte el beneficio del uso de tecnología? ¿A quién beneficia y a quién perjudica el uso masivo de tecnologías? Variedades de especies animales y vegetales son afectadas en el proceso: ¿podemos afectar la biodiversidad con un uso específico de tecnologías? Tener un impacto positivo?
Por otro lado, ¿cuánta tecnología realmente necesitamos? Hoy ya hay gente que sabe hacer un uso diferente y menor de energías: hay quienes consiguen vivir de manera independiente a los sistemas eléctricos, de gas, de caminos pavimentados, y que aprecian el vivir como en el campo y sin perderse en el exceso de información digital. Hoy ya sabemos que hay ciudades donde es más normal andar en bicicleta que en auto, lugares donde hay más energía solar que hídrica o nuclear, y hasta hay países donde vivir «desconectado» cierta parte del día es una regla elemental de la vida sana. ¿Qué se puede hacer por acá?
Las inscripciones pueden realizarse en www.greendrinkscba.org
