Su estilo de hablar y su forma de pensar ya lo convierten en un empresario que “sale” de lo común. “Siempre apuesto a mi instinto. Soy arriesgado, no freno en las curvas y no remo nunca para atrás. Vivimos en un país donde necesitamos gambetear siempre. Maradona y Messi lo hicieron y lo hacen en una cancha de fútbol y nosotros, los emprendedores, en la realidad del bendito país en el que vivimos”, grafica el dueño de varios teatros de Villa Carlos Paz, entre ellos el Luxor.
Para Pardo, el futuro es “dentro de un ratito”. Evalúa negocios día a día y si tendría que elegir uno a futuro le gustaría que fuera algo relacionado al medioambiente. “Fui limpia vidrios, carpintero, mozo, boletero, artesano, fotógrafo y DJ. En esas épocas éramos todos soñadores y emprendedores de algo que no sabíamos qué iba a ser. En ese entonces, me rodeaba de emprendedores. Hoy me gusta juntarme con soñadores. Emprender es fácil, soñar es exclusivo de algunos pocos y me refiero a soñar en serio”, relata.
Considera que el año pasado año tuvo “miles” de logros personales y empresariales, pero el más importante fue seguir haciendo lo que le gusta: dar trabajo a mucha gente y avanzar en proyectos laborales, rodeado de amigos.
¿Miguel Pardo, contrataría a Miguel Pardo? “Sí, obvio, pero no habría plata para pagar lo que yo pediría para brindar mis conocimientos, pero sí me contrataría”, responde con una amplia sonrisa.