El economista y exdirector del Banco Nación, Carlos Melconian fue el disertante invitado por la Fundación Mediterránea que está celebrando su 44° aniversario. En ese marco y vía Zoom, la presidente de la entidad, María Pía Astori señaló que “han pasado muchas cosas en Argentina, me sorprende ver que después de 40 años nuestros estudios siguen siendo tan actuales. Nosotros, ciudadanos empresarios argentinos, necesitamos una Justicia independiente, un plan educativo fuerte, una Argentina competitiva para que haya inversiones que es la única manera para crecer, necesitamos que se reduzca la presión fiscal, un programa sustentable en el tiempo, apertura económica con los principales mercados en el mundo porque necesitamos generar más fuentes de trabajo para toda la población. Está en nosotros seguir luchando por nuestro país”.
Por su parte, y fiel a su estilo, Melconian dejó muchas definiciones punzantes y muy directas sobre los avatares que atraviesa la coyuntura económica y la gestión que está haciendo la administración nacional sobre el manejo de las principales variables de la macro. Aquí, un resumen de las intervenciones más importantes que dejó su análisis:
-“Tenemos un empobrecimiento estructural. Vamos a tener 12 años de caída per cápita, cuando este gobierno deje el poder. Vamos a estar 5 puntos per cápita abajo en relación a los niveles de 2007. Eso es gravísimo.
-“Hoy vivimos un acostumbramiento a la inflación. Entramos en el cuarto año de inflación no al 15% ni al 20%, sino en un nuevo rango, más alto. El año pasado la informalidad perdió 4 millones de empleos y recuperó 3 millones. Estamos frente a la realidad de facto de que sobre 21 millones de población económicamente activa hay 7 millones informales. Es muy difícil cuando el 35% de la PEA es informal y cuando desde 2007 el sector privado no genera empleo sostenido”.
-“Tenemos 40 años de pobreza. Y es la primera vez sin una crisis como la hiperinflación o la salida de la convertibilidad que la pobreza empieza con 4…la teoría del derrame ahí no llega, pero entre 40 y 20 puntos de pobreza es inestabilidad macroeconómica”.
-“Este es el marco, la culpa la tenemos todos y no la tiene nadie. Es muy difícil ser presidente con pandemia. Conozco la gestión, los vacunatorios, las idas y vueltas con los laboratorios, conozco, son agravantes. La única herramienta fue el impulso fiscal y acá se financia con emisión y eso genera inflación. Por eso tenemos 4% desde octubre a mayo. Tenemos que volver a la simpleza fiscal”.
-“En las elecciones de noviembre hay un plebiscito, si se avala o no el gobierno. Si se avala o no “esto”. No soy analista político, pero me preocupa desde el punto de vista institucional el poroteo en el Congreso. La elección de noviembre va a marcar un poco la cancha del rumbo económico. En el único lugar donde por ahora los oficialismos no pierden es en Río Cuarto, Misiones y Jujuy”.
-“El gobierno sabe que tiene un piso duro, del 20%, 25% que emerge aún cuando han tenido conflictos serios. La pregunta es si, con la pandemia, estamos frente a un evento que haga que la gente vaya a votar o no. Es la primera vez que va a haber una elección donde hay que ir a buscar el voto con 50% de inflación. El PBI está rebotando al 6%, pero en el bienio estamos -4% y vamos con inflación del 50%. Es un desafío que incluye al gobierno, pero también a la oposición. La oposición tiene que recuperar un proyecto político y un modelo económico, todavía está muy fresca la perdida de oportunidad de lo que fue la experiencia de 2015-2019”.
-“El plan del gobierno tiene dos pilares: Pilar de la mesa de los argentinos, alimentos baratos para todos, energía barata y derechos humanos y un segundo pilar que es una idea pseudo heterodoxo que es cómo se elude la restricción externa. Traducido, no quiero tener problemas con el dólar. Y ahí el fin justifica los medios, retenciones, restricciones, controles, todo vale”.
¿En qué economía se va a votar?
“Vamos a un picoteo de reservas donde se devuelve lo poco que se compró, vuelve la brecha. Vamos a meses menos calientes de inflación, menos del 3%, pero la restricción fiscal y monetaria de la primera parte del año empieza a ser expansiva nuevamente. Se va a votar con un dólar tenso y con un goteo de reservas. Probablemente la brecha cambiaria quiera sostenerse con el nivel de reservas real, pero vamos a un dólar paralelo de $190, a $200 a fin de año.
“Y vamos a votar con el cuarto año consecutivo con tasa de inflación del 45%-50%. Entonces, el bolsillo electoral me marca una variación anual PBI positiva, inflación del 3% mensual y 50%: Salario abajo, desempleo del 10% y pobreza del 45%. Es un escenario complicado, habrá que apelar a la historia a que entienden al conurbano”.