Gastón Ceballos, Director de Nobis Salud analizó la coyuntura que atraviesa el sector de la medicina prepaga. “Compartimos la preocupación que tienen las instituciones médicas, sobre todo por dos motivos. Se ha acelerado algo que venía dándose desde hace muchos años: cierre de clínicas y concentración en grandes ciudades. Ha habido algunos cambios de capitales y esto de alguna manera termina generando una situación de víctimas y victimarios. Las clínicas que sobreviven y se van agrandando, obviamente con un poder que va incrementándose de manera continua”, comentó.
“La pandemia generó un proceso de concentración de prestadores y como en otro montón de rubros, aceleró transformaciones que hubieran llevado 5 años, como no dar credenciales físicas”, agregó.
De cara al futuro, el ejecutivo aseguró que “cuando el mercado se concentra, los pacientes tienen menos menús de elección, las inversiones de equipamiento médico se empiezan a acelerar y eso indefectiblemente genera un aumento de costos. Los que sobrevivan a este momento, van a tener mucho poder. Hoy en día con una prepaga de menos de 30.000 o 40.000 afiliados, no podés sostener la estructura. Hay tratamiento que son tan costosos, que hacen inviable al rubro. El sector nuestro tiene un componente solidario en la que sanos mantienen a enfermos”.
Respecto a cómo influyó la pandemia en materia de afiliaciones Ceballos aseguró que no hubo sobresaltos y que se puso en valor a la salud en general. “La gente hizo hasta lo imposible por sostener su cobertura médica, tal vez cambiaron a un plan más económico, pero las bajas fueron muy pocas”, cerró.
Nicolás Carvajal, Presidente del Apross, brindó un panorama respecto al impacto generado por la pandemia en la institución que comanda.
“Desde el inicio de la pandemia, en Apross nos comprometimos a sostener a los efectores privados, porque sabíamos que serían claves para garantizar la atención. Durante los primeros meses, cuando por el aislamiento se produjo una caída importante en las prestaciones, se generaron los mecanismos para mantener el pago a las clínicas que cobran por presupuesto. Además, cuando se terminó el programa de ATP de Nación, realizamos adelantos a clínicas y sanatorios, a cuenta de futuras prestaciones, para que pudieran hacer frente a sus obligaciones”, detalló.
“Otro aporte importante de Apross, junto al Ministerio de Salud, fue la compra de elementos de protección personal, en un momento en que era muy complicado conseguir estos insumos a nivel internacional, y que otorgamos a nuestros efectores a precio de costo”, agregó.
“Apross tiene la ventaja de que, al contar con una gran proporción de afiliados obligatorios que son empleados de los distintos poderes del Estado Provincial, no sufrió moras o desafiliaciones masivas. Pero sí debimos hacer un esfuerzo administrativo y financiero para poder acompañar a nuestros prestadores con estas medidas”, completó Carvajal.