Los números de la industria automotriz del primer cuatrimestre muestra una caída del 50% en patentamientos y del 31% en producción. En cuanto a las ventas, las menos de 40.000 unidades comercializadas en abril -un mes estacionalmente fuerte-, recuerdan a los peores tiempos del sector. A esto se suma que en las terminales crece la preocupación porque las exportaciones no repuntan y están lejos de los niveles proyectados a comienzos de año.
En ese sentido, la “avanzada” china no está atravesando el mejor momento. Del boom de desembarcos que se dio entre 2017 y 2018, se pasó a un escenario que preocupa y con planes de expansión, por ahora, suspendidos. El principal contratiempo de estas marcas es que la mayoría tiene precios en dólares, y con la devaluación dejaron de ser un buen negocio para el comprador. Los resultados son dispares, pero negativos.
Chery es la que más vende y la más antigua, pero en este cuatrimestre sus resultados no son buenos: con 885 unidades patentadas, la baja fue del 67%. En tanto, Lifan, que llegó al mercado en 2015, tuvo una peor performance: con 226 unidades, cayó 75%. Para Geely, con 158 unidades entregadas en el año, las ventas cayeron 65 por ciento.
Otra compañía del gigante asiático, DFSK, lleva patentadas apenas 148 unidades, lo que implica un derrumbe del 49%. Foton está en la misma situación, dado que con tan solo 69 patentamientos creció 46%, mientras que Great Wall -que también arribó en la misma fecha- vendió hasta el momento 93 unidades.