La chilena JetSmart pateó el tablero y dispuso que 50.000 tickets se comercializaran a $ 1 por tramo -impuestos incluidos-. Unos días después, Flybondi no se quedó atrás y lanzó una promoción de 5.000 butacas a $ 1 más tasas. Las ofertas no es patrimonio de las low cost. Las grandes, se ven tentadas a bajar los precios, lo que lleva a analistas a alertar por la salud del mercado aerocomercial argentino.
“Si bien se trata de ofertas muy puntuales, pocos asientos y con bastante antelación, lo cierto es que representa un llamado de atención para un mercado donde no gana nadie”, dice el experimentado Santiago García Rua, editor de Aviacion News y profundo conocedor del mercado aerocomercial argentino.
“Las low cost todavía no han ganado plata en Argentina. Flybondi cambió de CEO y si bien tiene un año en el mercado, los niveles de ocupación no le permiten obtener buenos números”, explica García Rua, quien asegura que para lanzar esas promociones es necesario mantener un porcentaje de ocupación del 90% “y por lo general ese número no supera el 60%”.
La situación que hoy viven las aerolíneas tuvo un punto de inflexión: la devaluación de agosto. “Las agarró mal paradas a las aerolíneas. Ahí nomás vieron cómo aumentaba el combustible y a eso hay que sumar todos los costos dolarizados: no pagan en dólares, pero están a valor dólar, lo que termina de complicar la situación”, añade.
“A este ritmo de precios, hay que ver quién queda en pie para el segundo semestre del año. Vienen volando a pérdida incluso con la comercialización de tickets tradicionales y sólo pueden sostener estas promociones inyectando capital propio. Hay que ver cuánto aguanta cada empresa. A excepción de Aerolíneas Argentinas, por su condición de estatal, todas las demás ya dan muestras de estar complicadas”, sostuvo una fuente del sector aerocomercial, dejando en claro que la guerra de tarifas no será gratis.