Está al frente de Agrometal desde el 2000, cuando falleció su padre, Juan Carlos Negrini, el fundador de la compañía y pionero en la industria de la maquinaria agrícola en Córdoba.
En aquella época eran pocos los que apostaban a la continuidad de la empresa. Ella misma reconoce que todos “la midieron” durante un año, cuando asumió como presidenta, algo que considera lógico porque la empresa “era su padre”.
Pese a aquellos pronósticos, su gestión al frente de la fábrica de sembradoras ubicada en Monte Maíz se consolidó y veinte años después es una de las más grandes del país: de hecho, según los registros de las cámaras del sector es la número 1, con un 22% de share a nivel nacional. Tiene más de 340 empleados y este año, por el Covid-19, debieron diagramar una ingeniería para no dejar de funcionar ni un solo día por la cantidad de pedidos que recibieron en la primera parte del año.
A la par de su función al frente de la empresa, es madre de cuatro adolescentes (dos de los cuales trabajan en la empresa y una tercera realiza una pasantía) y mantiene una intensa actividad gremial-empresaria en Afamac (la asociación de fabricantes de maquinaria agrícola) y en la Fundación Mediterránea.
Rosana Negrini, la Empresaria del 2020, no duda en afirmar que pese a lo adverso del contexto mundial, y en el que muchas empresas se vieron afectadas, “en el caso de Agrometal el año fue excepcionalmente bueno. Funcionamos como hace muchos años no lo hacíamos: fue un muy buen año en lo que respecta a las ventas”.
El primer dato de que el 2020 podía ser un buen año lo vislumbró en marzo, cuando se realizó la Expoagro, el “termómetro del año” y que pinta el humor del productor.
“Pero al día siguiente de terminar la feria empezó la cuarentena. A los 15 días de la implementación nos nombraron industria esencial. Abril fue un mes de programación y protocolos y en mayo empezamos a vender muchísimo gracias a dos factores: por un lado, la cosecha, y por otro gracias a la baja en las tasas de interés, ya que veníamos de porcentajes por encima del 70%”. De esta manera, “en agosto ya teníamos todo el año vendido y cobrado”, gracias a la diferencia entre el dólar oficial y el blue (las máquinas se venden al precio del dólar oficial).
Proyectar, siempre complejo
¿Cómo pinta el 2021? Aunque Negrini no puede abstraerse de la situación ligada al coronavirus destaca que en “Argentina siempre es difícil proyectar porque puede pasar cualquier cosa, desde una devaluación hasta que pongan retenciones si les agarra un ataque porque aumenta la soja”, señala que ya vendieron un buen número de máquinas para el año próximo y tienen órdenes de compra para los primeros meses del 2021, en parte “gracias a que la gente que tiene los fondos en la mano y los invierte, más el hombre de campo, que cuando tiene que invertir, lo hace”.
-¿El desafío del año fue cómo acomodarse a la evolución del Covid?
-Con el año vendido, nuestra estrategia pasó por ver cómo entregábamos las máquinas. Fue un verdadero rompecabezas. En agosto cerró todo, particularmente en Marcos Juárez pero no podíamos parar. De todas maneras, tuvimos un atraso. Cuando mejoró Marcos Juárez en septiembre, el Covid llegó a Monte Maíz y durante un mes el 10% de la dotación del personal se quedó en su casa.
-¿Tiene miedo de que la política meta la cola?
Sí. Sin dudas. Es el temor del sector desde hace un tiempo.
-¿Eso lo sienten desde el 2008, justamente el año en el que usted fue elegida Empresaria del Año?
-Hasta ese momento nosotros no teníamos ningún tipo de temor. Las crisis se daban, pero de manera natural. Mi papá siempre decía que no gastáramos, que fuéramos austeros y nos preparemos para las crisis que iban a llegar, pero se daban cada cinco u ocho años.
Desde el 2008 nunca tuvimos dos o tres años buenos seguidos. Sí tenemos un buen año, pero al siguiente caemos al abismo, en la mayoría de los casos por cuestiones políticas. Somos conscientes de que algunos años pueden ser malos por la sequía o la inundación, pero no por todo lo relacionado a cambio de reglas de juego en la economía que hay en este país. El 2008 pintaba como un año excepcional y una sola medida nos cambió ese año y el siguiente. Después mejoramos un poco y otra vez vino la caída. Siempre hablamos con el contador de la empresa y decimos: si tuviéramos dos o tres años buenos cómo nos podríamos estabilizar y proyectar de otra manera. Estamos siempre alertas.
-¿Alertas o con miedo?
-Con un poco de miedo también.
-¿Hay alguna explicación? ¿Por qué no se puede proyectar a cinco años?
-Porque tenemos gobiernos que no pueden cumplir con la palabra y decir ‘en cuatro años vamos a ejecutar un plan’. Cuatro años, nada más: no 8, ni 12, ni 16. Es muy difícil porque hay mucha informalidad, hay gente que no tiene la cultura del trabajo. En localidades como éstas, vas a ver a gente que siempre trabajó. Muchas veces viene gente de otras zonas y no aguantan nuestro ritmo de trabajo. Acá no hay tres generaciones que vienen recibiendo subsidios. Por lo general han visto a sus abuelos y a sus padres trabajando, que se han levantado a las cuatro de la mañana para trabajar. Si pudiéramos trasladar eso de la cultura del trabajo, sería fantástico. Y la educación me preocupa muchísimo.
-¿La pandemia expuso un poco más la situación?
-Este año el país perdió muchísimo en materia de educación. El 2020 va a dejar muchas marcas en Argentina a diferencia de otros países que estuvieron trabajando y no sé cómo vamos a recuperar eso. El deterioro cultural y de educación va a ser muy difícil de remontar. Pero más allá de lo que implicó este año, el país tiene un deterioro muy grande a nivel cultural y laboral y que será muy difícil de remontar. Reitero: es urgente recuperar la cultura del trabajo.
-¿Cómo se revierte?
-Tengo fe, pero uno dice: ¿va a ser mejor o me la tengo que aguantar un año más? Siempre estoy pensando que el año que viene va a ser mejor, pero a veces no depende de nosotros, sino de la economía y de lo que pasa a fuera, de las medidas que nos tocan, de las tasas de interés, de las reglas de juego que cambian…
-Un retrato de la Argentina
-Muchos empresarios que nos visitan del exterior y se interiorizan de lo que es Argentina nos preguntan cómo hemos resistido 70 años como empresa en este país…
-¿Y qué les dice?
-Que aguantamos porque somos testarudos, porque apostamos a esto y no nos vamos a ir nunca, porque no llevamos nuestra plata afuera. Porque esto es nuestra pasión.