El radicalismo, como buena parte de la coalición Juntos por el Cambio, se mueve como si no hubiesen triunfado en las Legislativas. Porque, a diferencia de lo que debería haber ocurrido, las victorias, tanto en las Paso como en noviembre, no ordenaron y dejaron latentes las internas. Esta semana se vivirá un claro episodio de ello cuando se definan las autoridades en el Congreso, con la asunción de los flamantes legisladores; y, además, cuando quede concretado quién será el reemplazante de Rodrigo de Loredo en el Concejo.
Porque, como se sabe, el radical fue electo diputado nacional y en días asumirá en el Congreso, con lo cual su banca en el legislativo municipal se convirtió en una disputa del radicalismo de la Capital en los últimos días.
La madre de todas las batallas
Con la presidencia del interbloque de Cambiemos en Diputados perdida casi de manera definitiva, cerca de Mario Negri saben que la pelea principal por estas horas está en sostener la conducción del bloque UCR.
En ese poroteo, el fin de semana Negri recibió un respaldo clave con la daga que metió en el radicalismo porteño Elisa Carrió, rival histórica de Enrique “Coti” Nosiglia, el hombre que comanda al grupo del senador Martín Lousteau y los diputados Emiliano Yacobitti, Martín Tetaz y De Loredo.
Carrió cruzó a ese grupo que tiene la intención de desplazar a Negri de la presidencia del bloque, mientras que Yacobitti le devolvió un “que se meta en su partido”, y la pelea se trasladó a Twitter.
Negri aseguró tener los votos para continuar con el manejo del bloque, Yacobitti (que aspira a sucederlo) movió unas piezas en el comienzo de la semana y la definición se puso picante promediando la semana. Sobre todo porque el lunes, en un Zoom del que también participó De Loredo, se deslizó la idea de romper y que haya dos bloques UCR, exportando de esta manera cordobesismo radical, porque acá, tanto en la Unicameral
como en el Concejo, existen más de un bloque del centenario partido.
Es más, la posibilidad para ese segundo bloque de radicales en Diputados es la conducción de Yacobitti y la vicepresidencia del propio De Loredo.
Igual, más allá de los comunicados y los golpes en Twitter, radicales que no forman parte del espacio de Negri reconocieron a Punto a Punto: “si dice que tiene los votos, los tiene. No al vicio está en el Congreso hace años, conoce todos los pasillos y la botonera de ahí él la maneja como nadie”.
La sucesión en el Concejo
Sin embargo, así como el negrismo observó cómo el diputado electo recientemente puso palos en la rueda a la continuidad del caudillo al frente del bloque, también algunos miran de la manera en la que De Loredo pierde peso en el Concejo.
Su salida para asumir en el Congreso no le deja continuidad a su proyecto por ahora, porque las variantes para reemplazarlo en el Concejo son dos: Lucas Balián, quien llega de la mano de Javier Bee Sellares y con promesa de bloque unipersonal, como adelantó Perfil Córdoba hace tres semanas; o la mestrista Mariana Jaime, que se sumará a la bancada UCR si entra.
Igual, el hombre tiene más chances. De todas maneras, lo concreto es que De Loredo pierde peso en el legislativo municipal en una etapa trascendental rumbo al 2023 si quiere competir en la Ciudad.