La Bolsa de Comercio de Rosario estimó que las exportaciones del complejo agroexportador argentino (soja, maíz, trigo, girasol, cebada, harinas, aceites y otros subproductos) alcanzarán los u$s28.000 millones este año, lo que significa un 20,9 por ciento o 4.800 millones de dólares más que en 2018.
Pero si a eso se suma la expectativa de menores importaciones de soja, debido a que la cosecha en Argentina crecerá sustancialmente, «el saldo neto sería un aporte adicional del sector de 6.400 millones de dólares», expresó el informe de la BCR.
Este salto se debe fundamentalmente a los excelentes pronósticos productivos que contrastan con la fuerte caída que vivió la producción agrícola el año pasado, producto de una fuerte sequía.
La proyección de la BCR es que unos u$s18.300 millones provengan del complejo sojero (poroto, harinas, aceite y biodiésel) y los 9.700 millones restantes sean aportados por el resto de los granos y derivados.
De todos modos, que eso se traduzca en un mayor flujo de divisas no es lineal, ya que los ingresos de dólares pueden formalizarse en forma posterior a las exportaciones.
Mientras tanto, en este primer trimestre los envíos se han sostenido principalmente por el trigo, la cebada y los subproductos de la soja.
Paralelamente, el mayor efecto del maíz se sentiría a partir de junio y agosto, que es cuando se comienza a exportar el maíz tardío, ya que el año pasado el maíz temprano sintió menos los efectos de la sequía.