Hace un par de semanas el Grupo Ecipsa se subió a los principales medios y portales de negocios del país al concretar un proyecto que la compañía mantenía desde hace tiempo: la llegada a mercado de Buenos Aires con un emprendimiento ideado para la clase media.
MilAires es un complejo residencial que estará emplazado en un terreno de 30.000 metros cuadrados en Devoto, que presentará variedad de unidades de 1, 2, 3 y 4 ambientes y que en su primera etapa demandará unos US$ 20 millones de inversión.
“Estamos haciendo el proyecto residencial más grande de Buenos Aires para la clase media, creo que es histórico. En Devoto, un barrio ultra residencial y ubicado en un lugar estratégico, son tres hectáreas a metros de la avenida General Paz, en un espacio muy consolidado. 102 mil m2 construibles, son edificaciones de planta baja y cuatro pisos. El concepto fue traer los amenities de la clase alta a la clase media, además de ofrecer una financiación a largo plazo en pesos, que también es una novedad en Buenos Aires. Estamos financiando a 16 años, ajustando por índice de la construcción”, explica Jaime Garbarsky, Presidente y Fundador de Grupo ECIPSA. En diálogo con Punto a Punto, el empresario habló sobre el nuevo emprendimiento, sobre la actualidad del mercado inmobiliario y sobre las perspectivas macro para el país.
-¿Cómo imaginan la respuesta del mercado para MilAires?
-La respuesta del mercado está siendo fenomenal, se está vendiendo mejor de lo esperado y todavía no empezamos a comunicar. Creo que vamos a satisfacer una demanda que en Buenos Aires no tiene respuesta y que nosotros lo sabemos hacer y tenemos experiencia en 8 provincias. Es un mercado que siempre estuvo dirigido a la clase alta y pactada en dólares. Hay muy poco en esta plaza pensando en la clase media.
-Si bien el producto es distinto, vuelven a apostar por el financiamiento a largo plazo en pesos que usan en Natania.
-Es una herramienta parecida, pero no exactamente igual. Nosotros nos especializamos en financiar a largo plazo de acuerdo a la plaza donde estamos, el producto y como funcional el mercado vamos adaptando el formato de venta.
-¿La falta de crédito hipotecario la buscan resolver con estas herramientas de financiación propia?
-La única constante que tuvo el mercado en los últimos años es la falta de crédito hipotecario. Nunca hubo crédito hipotecario. Si no hay ahorro interno y el Estado está siempre con un faltante de plata, eso hace que el poquito ahorro interno se lo chupe el Estado para cubrir sus déficits y así nunca va a haber crédito hipotecario y la gente no accede a la vivienda. Estamos en un país donde las zapatillas se compran en 24 meses, pero las viviendas se compran en contado. Al revés de lo que pasa en el mundo, donde hay tasas bajísimas a 30 años.
-Y el tema es que el que compra casas cash es un segmento muy acotado.
-Es nada. por eso la gente no accede a la vivienda, algo que es básico. Pero bueno, así vivimos funcionando hace 60 años. Es técnicamente imposible que aparezca el crédito hipotecario si no hay ahorro a largo plazo.
-De que depende la sustentabilidad del real estate, ¿se va a ir direccionando a la clase media alta y alta que pueda seguir comprando? ¿cómo imaginas el mercado inmobiliario?
-El mercado va a seguir como está. Y ahora se complica porque ante la inestabilidad económica y política la clase alta no invierte, invierte afuera. No existe el mercado inmobiliario, lo creamos cada tanto. En eso nos especializamos, en crear un nicho que no está abastecido y abastecerlo. Intentamos hacer algo disruptivo para crear mercado, porque el mercado inmobiliario como existe en el mundo hace muchos años que no existe.
-¿Los proyectos que surgen le tienen que dar la espalada a la macro?
-Absolutamente. Pero bueno, la idea nuestra es seguir creciendo. Seguimos muy bien con el producto de Natania en varias provincias, teníamos planes de expansión que por la pandemia se demoraron un poco, pero vamos a seguir creciendo. Tenemos planes para expandirnos al exterior del país ahora para llevar el modelo de negocios a algunos países latinoamericanos. Queremos llevar el modelo de Natania a Paraguay, Panamá y estamos viendo Perú. Estamos en la parte teórica y en algunos avanzando. La idea es que el año que viene deberíamos estar en uno o dos países. Estamos en camino de debutar en el plano internacional.
-¿Empiezan a pensar en otras ligas?
-Haber llegado a Buenos Aires es estar en otras ligas, pensar en el exterior también. Nos hemos preparado para esto, queremos desarrollar nuevos formatos de negocios. La empresa está para pegar un salto cualitativo. Lo venimos haciendo.
-En dólares cayó mucho el costo de la construcción, ¿qué le diría a quien puede invertir?
-Cuando vino la pandemia y el golpe del dólar se le generó a la gente una capacidad de ahorro importante porque se quedaba en su casa, más la devaluación hizo que aumente la demanda de materiales de la construcción. En un momento algunos no se conseguían por la demanda de la gente, por eso vimos ese boom. Hoy sigue siendo un buen momento para construir, en dólares está bajo el costo de construcción. Es un momento para meterse, no hay dudas.
-¿Cómo financia una obra como la de Buenos Aires?
-Primero capital propio, segundo mercado de capitales, nosotros somos uno de los iniciadores del mercado de capitales en el país de cuando nacieron los fondos de pensión, fuimos la primera ON pyme, la primera securitización hipotecaria, el primer fideicomiso financiero para el Ecipsa Tower en Córdoba. hemos ocupado el mercado de capitales siempre, tal es así que en plena pandemia la calificadora FICHT nos volvió a mejorar el grado de inversión. Eso nos permite acceder a cualquier tipo de financiamiento.
-¿No están pensando en abrir capital?
-No, no. Hoy Argentina no está para abrir capital. Por eso queremos toca afuera para pensar a futuro abrir capital afuera, teniendo posiciones en el exterior.
-¿Cómo ve el clima de negocios?
-Lo veo muy débil. La política se ha metido adentro de la economía y nos está afectando a todos. Hasta que no tengamos un proyecto de país unificado donde los cambios políticos sean cosas menores nadamos como podemos dónde podemos.
-¿Pero el ruido actual va más allá de la cuestión electoral? ¿Es sistémico?
-Es sistémico, por supuesto. Para colmo, tenemos elecciones a cada rato. Pero el problema de fondo es que no tenemos un proyecto de país. Es un tema de todos los partidos políticos y de todos los argentinos. Hay que definir los temas centrales que no cambien cuando cambie el gobierno. Acá, sin sacrificio, el país no va a salir por décadas. Nos estamos debatiendo en un país cada día más pobre, cada día con más necesidades que se tratan de tapar con medidas que traen más pobreza. Es un círculo vicioso. En todos los países hay problema, pero resuelven las cuestiones básicas, que la gente tenga trabajo, pueda comer. En Argentina estamos todavía en esas cuestiones básicas desde hace décadas.