En el marco del anuncio de la entrega de un crédito por $ 75 millones a la empresa cordobesa Alican, el presidente del Banco BICE, José Ignacio De Mendiguren, dejó algunas definiciones picantes criticando la gestión crediticia del macrismo, ponderó la política industrial actual, al tiempo que pidió trabajar para una reconversión de la matriz productiva que contemple la producción y exportación de productos de mayor valor agregado.
En un Zoom con directivos de la firma señaló: “Argentina entra en crisis cada tanto por la escasez de dólares, por lo tanto, lo que tiene que hacer el sector industrial es ponerle un segundo piso al campo, es decir, elevar los precios promedio de lo que está vendiendo. Y para eso hay que salir del modelo que hoy tenemos, donde el 85% del trigo que exportamos es a granel, donde tenemos el mismo porcentaje de maíz, de la soja. Y poder transformarlo”.
“Cuando nosotros vendemos maíz o soja a granel alimentamos animales del mundo, pero si industrializamos y exportamos alimento húmedo también podemos vender y alimentar a animales del mundo, pero a US$ 2.000 la tonelada, no a US$ 150, US$ 200 o US$ 500. Tenemos que aspirar a ser un jugador importante en el mundo en alimentos para mascotas, un rubro importantísimo”, subrayó.
El exministro de Industria de la Nación señaló que “el proceso de exportación tarda. Hay que tener en cuenta que teníamos 15.000 pymes exportando en Argentina y cuando llegamos habían caído a 7.000. Hoy, ya estamos viendo que subimos un 30%. El 60% de las exportaciones de valor agregado van a Brasil, por eso estamos sacando líneas para financiar este intercambio y creció un 11% el intercambio de valor agregado con Brasil”.
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De Mendiguren también dedicó unos minutos a la coyuntura y remarcó que “si arreglamos la macro, la situación es optimista. En ese sentido, varias cosas para tener en cuenta: una de ellas, importantísima, es el anclaje cambiario. En diciembre creíamos que la brecha era infinita y se pudo controlar, llegaron los dólares de la cosecha y van a llegar los fondos extra del FMI. Creo que va a haber arreglo con el Fondo Monetario”.
Y añadió que “si Argentina logra eso va a tener un espacio sin grandes vencimientos, para volcarnos a trabajar para cambiar esta matriz productiva. La Argentina tiene que salir de esta crisis repensándose, porque de lo contrario en 4 años vamos a volver a chocar, hay que cambiar la matriz productiva”.
Un párrafo aparte fue su dura crítica a la política crediticia del gobierno anterior comandado por Mauricio Macri: “no quiero mirar para atrás, pero el gobierno anterior dejó todos los índices mal: tasas de interés pornográficas, una caída de la actividad terrible, se caían 40 pymes por día. Este banco tenía una tasa de interés de referencia, en pesos, de entre el 60% y el 75% y en dólares en el 15%. Eso es lo mismo que no querer prestar. Hoy este banco tiene una tasa de referencia en pesos entre el 30% y el 35% y en dólares al 4%”.
Volviendo a la necesidad de reformular la matriz productiva del país, De Mendiguren resaltó que la Cadena Agroalimentaria hace tiempo viene planteando que se puede llegar a los US$ 100.000 millones de exportación: “esto es concreto y es un sector que trae dólares sin pedir antes los dólares. Ahí nos estamos demorando, sinceramente no sé por qué no avanzamos más. Argentina necesita un acuerdo con todos los sectores para avanzar en ese camino”.
-Ahora, escuchando a los productores parece que el gobierno castiga a la producción con las retenciones ¿no se tiene que trabajar eso?, consultó este medio.
-Sí, definitivamente. Una exportación de trigo, como la de hoy, nos deja US$ 2.000 y pico de millones porque se vende a US$ 200 la tonelada, pero trasformada en alimentos son
US$ 18.000 millones. No tenemos que pelearnos por los US$ 2.000 millones, sino ver cómo hacemos para vender esos US$ 18.000 millones. En el camino puede haber dificultades, hay problemas urgentes que resolver, pero a la coyuntura hay que pasarla y levantar los faros de a dónde tenemos que llegar. El problema de las retenciones también lo tiene Australia o Nueva Zelanda, pero hay que resolverlo y levantar los faros.