El impacto del COVID-19 a nivel global ya se siente. La “paralización”, con gran parte de la población del mundo en cuarentena por el coronavirus se ve reflejada en algunos números, como por ejemplo una caída (en el último mes) de las bolsas de Europa (50%), de Asia (25%), del petróleo (55%) y las acciones de los países emergentes en un 25%.
Sin embargo, el panorama indica que lo peor todavía no llegó. “Se registró una salida furiosa de capitales de todos los mercados, hacia los bonos del Tesoro americano. En los últimos días hay algunos rebotes pero lo que manda es la volatilidad”, dice el analista financiero Lucas Croce.
“No va a haber un rebote consistente en las bolsas hasta que la volatilidad no baje”, dice Croce y señala al índice VIX como el termómetro para determinar cuándo podría comenzar a estabilizarse la situación económica sacudida por la pandemia.
¿Qué es el VIX? Conocido como “índice del miedo” entre los inversores, es la abreviatura de Chicago Board Options Exchange Volatility Index, llegó a los 85 puntos hace unos días y hoy ronda los 50 puntos. “Ese índice debería estar por debajo de los 20 puntos para habalr de tranquilidad en los mercados. Estamos lejos de eso”, dice Croce.
El escenario para Argentina (y el mundo)
Hoy, las perspectivas no son alentadoras. El virus “no llegó” masivamente al país, la población está en cuarentena -con serias posibilidades de extenderse-, la realidad de las pymes se complica cada vez más y la situación de los cuentapropistas se torna cada vez compleja. Croce pone en relieve algunos tips:
-Habrá más desempleo en el mundo: en USA se estima que podría llegar al 30%, cuando la realidad actual indica que ese país tiene un “desempleo estructural”.
-El crecimiento mundial se va a resentir. Si bien algunos analistas hablan de una recesión global, Croce sostiene lo seguro es que “el crecimiento será menor”.
-En Argentina el impacto será durísimo, ya que se producirá una baja en el precio de la soja y el petróleo “y el gobierno va a acelerar la emisión para mitigar los efectos de la pandemia, lo que va a generar más inflación”.
-El default “lo podemos dar casi como un hecho”, dice Croce. “No se va a declarar con bombos y platillos como en la bochornosa sesión del 2001, pero se viene una negociación muy dura porque el gobierno no tiene plafón político en medio de una pandemia de esta dimensión y de una cuarentena nacional. Los recursos tienen que ser destinados para otros fines y no para la deuda. Si no es default, vamos a una negociación muy larga y muy dura que puede terminar en un reperfilamiento de la deuda si la mayoría de los acreedores aceptan”.
-No hay que descartar la irrupción de cuasi monedas. “No es algo que esté en la primera línea de análisis, pero probablemente aparezca en escena si persiste esta situación”, sostuvo el analista. En ese sentido, hace unos días, la provincia de Chubut confirmó que no descarta emitir cuasimonedas para hacer frente a sus compromisos financieros y que esa eventual decisión está en estudio.
“En esta situación vemos que empezar a emitir cuasimonedas no es una locura”, afirmó el ministro de Gobierno y Justicia chubutense, José María Grazzini, al portal La Política Online.
“En definitiva, todo está supeditado a lo que suceda con la pandemia y a los efectos que pueda tener en la Argentina. Hasta que no se aplane, en todo el mundo, la curva de infectados por coronavirus, continuará la volatilidad. En medio de todo esto, lo mejor que nos puede pasar es que aparezca una vacuna, pero los especialistas aseguran que eso podría demorar hasta un año”, finaliza Croce.