El mundo pospandemia ya comenzó a dar señales claras de recuperación en muchos países. Sin embargo, en Argentina aún hay aspectos que denotan la necesidad de seguir trabajando en pos de alcanzar un país con mejores recursos y manejo de la política y la economía.
Desde el Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba (BCC) e Idesa llevaron a cabo un webinar en donde se trató la problemática económica que atraviesa a la clase media argentina.
Virginia Giordano, coordinadora del equipo de investigación de Idesa, fue la elegida para explayarse sobre este tema y diferenció la senda argentina de la del resto de los países de la región al comentar que «la calidad de vida va en permanente decadencia a lo largo de los últimos 50 años y la pandemia aceleró aún más este deterioro»
«A mediados del siglo pasado, Argentina tenía estándares de vida muy altos y atípicos respecto a los de la región; fue así hasta entrada la década de los ’70. Al contrario de la mayoría de los países vecinos que fueron mejorando, la Argentina, con vaivenes, hizo un proceso inverso. La calidad de vida va en permanente decadencia a lo largo de los últimos 50 años. La pandemia aceleró aún más este deterioro», dijo.
La clase media argentina disminuyó a 41% en los últimos cinco años y el estrato social más grande fue el de bajos ingresos, con casi 12 millones de argentinos pobres. Esta movilidad social descendente se explica por una inflación que crece por sobre los ingresos de las familias.
Por eso, «a menos que la inflación baje, que no parece lo que fuera a suceder, se espera que esta situación se mantenga o empeore en el 2022. Para mejorar la calidad de vida de la gente y volver a recuperar la tradicional clase media argentina es condición necesaria e imprescindible bajar la inflación«, sostuvo Giordano