(Por José Busaniche, especial para PERFIL CORDOBA). La constructora del Grupo Roggio mantuvo los contratos que tenía en la Provincia. Puntualmente en los tramos donde trabajaba para cerrar el anillo de Circunvalación. En marzo de este año Roggio se presentó en la licitación internacional de la obra civil para el aprovechamiento hidroeléctrico en el margen izquierdo del brazo Aña Cuá, en la represa de Yacyretá. En UTE con otras empresas ofertó US$320 millones por esa obra. En tanto, a fines de agosto la Justicia le negó a Aldo Roggio la posibilidad de ceder sus acciones en las empresas Roggio SA, Clisa y Doya a sus hijos.
En referencia a la causa de los cuadernos, fuentes cercanas a Roggio señalaron a PERFIL CORDOBA que siempre han expresado su disenso con la orientación asignada a la investigación, formulando sus reparos y señalando las contradicciones y arbitrariedades en sus escritos presentados en el expediente. Y en esa línea afirmaron que “es imposible aventurar qué evolución tendrán las causas y los tiempos que insumirán su tramitación”.
Sobre la situación de la empresa advirtieron: “No está disociada de la situación económica general, que está atravesando un momento complejo. Estamos en el país, empleamos a más de 10.000 personas y nuestros proyectos están aquí. Como siempre lo hemos hecho en nuestros más de 110 años de historia siempre vamos a esforzarnos por superar exitosamente situaciones complicadas”.
Y en relación con la evolución de proyectos y obras señalaron que “la disminución de proyectos y nuevas obras se dieron en el marco de restricciones impuestas por la situación económica. Los otros temas van por carriles separados; habiéndose fortalecido los programas de integridad, incorporándose directores independientes a los órganos de dirección, todo ello a tono con los nuevos desafíos que las actuales circunstancias determinarán para la mayoría de las empresas del Grupo Roggio”.